Aunque no son pocos los que quisieran que fuera eterna, cada año que se termina Sofía D’Ambrosio vuelve a ponerlo todo en la balanza. Los esfuerzos, el tiempo lejos de casa, el trabajo, la familia, los sinsabores deportivos. También los abrazos, los viajes compartidos entre risas, los goles que no se cansa de celebrar, el deseo de trascender, lo feliz que la hace jugar al fútbol. Del dolor que generó la injusta eliminación ante Banfield en el pasado torneo, nació para la capitana de Sarmiento la motivación extra para decirse y decirle a sus compañeras que había que volver a intentarlo. Muchas otras que como ella tuvieron ofrecimientos para cambiar de aires decidieron seguirla.
Este sábado, desde las 16.00, Las Maestras darán inicio a una nueva temporada en Primera B recibiendo a San Miguel en Ciudad Deportiva. Del compromiso que nunca se terminará de agradecer a las que estuvieron y están quedó la base. De la ilusión de las muchas otras que llegaron, la certeza de que otra vez hay que ir por todo. Si Popi se entusiasmó al menos por un año más, no queda otro camino que creer en ella.
¿Cómo sentís que llegan al debut?
-Creo que estamos bien. Venimos haciendo una buena pretemporada. Hay muchas chicas nuevas, muchos refuerzos. Tuvimos un descanso que necesitábamos. Después fue mucho el tiempo de pruebas y hasta hubo chicas que llegaron entre la semana pasada y esta. Pero siento que llegamos bien.
-En lo personal, a lo largo del año pasado fuiste recuperando la motivación y hoy se te ve plenamente enfocada. ¿Te sentís así?
-Quizás el año pasado arranqué con otra mirada. Venía de jugar en otro club en el que no me había ido muy bien y estaba un poco desmotivada, sin confianza. En el transcurso del año las cosas fueron cambiando y quizás es eso lo que hoy me hacer ver las cosas desde otro punto de vista. También la manera en la que perdimos el año pasado nos dejó una espina que dio más ganas de tener revancha.
-¿Fue inmediato ese deseo más allá del dolor?
-No. Inmediato no fue. Pero obviamente después me tomé el tiempo de hablar con Agustín (Lavagnino), con el club y con mis compañeras. El hecho de que ellas también me alentaran a seguir fue lo que en definitiva me terminó de convencer.
-Más allá que llegaron muchos refuerzos, se logró mantener una base y eso tiene mucha importancia en una categoría en que los planteles son tan cambiantes de un torneo a otro…
-Mantener la base es importante porque es de la única manera en que podés seguir creciendo como equipo, conocernos y aprender. Si todos los años cambiás de equipo por completo siempre es volver a empezar. Más allá de poder traer jugadoras nuevas, que técnicamente son muy buenas, que saben jugar, lleva tiempo conocerse y generar la confianza que ya generaste habiendo compartido todo un campeonato.
-Así como hubo refuerzos que llegaron prácticamente cuando arrancaron la pretemporada, otros no tienen más de una semana en el club. ¿Es importante tenerles paciencia en la adaptación?
-Para muchas de ellas la adaptación va a ser sobre la marcha. Hay que entender que muchas recién llegaron, que se tienen que adaptar al grupo, al cuerpo técnico, a todo. Hay que ser pacientes para que ellas se sientan cómodas y puedan hacerlo de la mejor manera. Hay que dejarlas tomar confianza, porque si de entrada las empezás a retar va a ser más difícil para ellas.
-El clima en los entrenamientos se percibe muy agradable, lindo…
-Si. La verdad que es un buen grupo, todas nos llevamos bien. Por lo que pude ver las chicas se adaptaron bien. No hay ninguna con mala cara, ni que reste. Después, en el transcurso del año siempre puede surgir algo porque es casi inevitable, pero desde lo humano estamos re bien la verdad.
-Tener completo el plantel de 35 jugadoras es muy necesario en un torneo tan largo, pero a la vez difícil mantenerlas a todas motivadas, entendiendo que desde todos los lugares se suma. ¿Es algo que ya está hablado el compromiso que cada una necesita asumir?
-Es algo que se plantea de entrada. Creo que eso es algo que Agustín manejó muy bien. Después, también es lógico que una jugadora se pueda cansar o frustrar por hacer tanta exigencia en los entrenamientos y no sumar minutos. Se entiende, pero a la vez es algo que está claro desde el inicio. Incluso hay jugadoras a las que se les puede plantear que este año va a ser más bien un proceso de aprendizaje. Yo considero que realmente es así. Por ejemplo Juli (Chaves, 15 años), que es la chica que vino de Los Toldos, pasó de jugar en cancha de ocho a entrenar todos los días, dos horas con compañeras que te exigen, con un roce que no tenía. Para ella todo es un aprendizaje. Es difícil entrenar y tener esa exigencia sin tener minutos, pero obviamente va a depender de la manera en que lo asuma cada una.
-Así como el año pasado tocó la zona más liviana en el inicio, este año es por lejos más dura que la otra…
-Sí, tenemos equipos pesados a simple vista. Están Talleres, Newell’s, Vélez… El año pasado nos pasó al revés y la mayoría de los partidos más duros nos habían tocado como locales. De todas maneras hay varios equipos que hasta que no pasen algunas fechas no vamos a saber qué tienen, porque cambian de jugadoras constantemente. Pero sí hay algunos que ya sabemos que son duros. Nosotros también tenemos un equipo duro. Después, los partidos hay que jugarlos.
-De todos modos, siendo seis los equipos que clasifican por cada zona, hasta puede ser beneficioso porque les va a permitir elevar desde muy temprano la vara de rendimiento, clave para llegar a instancias decisivas…
-Tal cual. Nosotros nos vamos a ir armando a medida que pasen los partidos y que nos vayamos enfrentando a esos rivales más duros. También hay que pensar que el torneo es larguísimo y que te da muchas posibilidades. No es que perdés un partido y estás afuera.
-Debutan con San Miguel y me imagino que no tendrán demasiadas referencias porque cambió mucho el plantel en relación al año pasado…
-No tenemos referencias, para nada. Sí sabemos que los equipos se están reforzando. Así como sabés que San Luis se reforzó bien, Talleres también. Que Newell’s tiene un buen equipo. En el caso de San Miguel no sabemos demasiado.
-La primera salida de visitantes va a ser Talleres. Un partido de alta exigencia que llega muy pronto, pero que a la vez no sé si permita sacar demasiadas conclusiones a futuro vaya bien o vaya mal…
-Claro. Siento que somos dos equipos en las mismas condiciones. Talleres se preocupa de jugar contra Sarmiento. Nosotras tenemos que ir y demostrar el trabajo que venimos haciendo y nada más. Después, en el fútbol, el resultado puede ser más o menos lógico. No podés agarrarte de un resultado, ni a favor ni en contra, para determinar si somos o no un equipo competitivo. También la localía pesa, porque nosotros podemos ir allá y rendir de una manera, pero sabemos que de locales nos hacemos muy fuertes.
-Ya que mencionás la localía. Como capitana, ¿preferís jugar en el Eva Perón o en Ciudad?
-A mí me gusta jugar en Ciudad. No solamente en lo personal, que te puedo decir que sí me siento más cómoda en Ciudad, sino que también siento que como equipo nos sentimos más cómodas. No sé por qué, porque incluso creo que las medidas de la cancha son las mismas. Pero creo que nos sienta mejor. No son decisiones que pueda tomar yo, pero considero que es súper importante jugar en un lugar donde nosotras nos sintamos cómodas y seguras.
-¿Pensaste ya en llegar a los 100 goles en este torneo?
-La verdad que no. Pero si llego, pueda ser que consiga un regalo, jaja. Es un número lindo. Ojalá que pueda llegar. Pero no es algo en lo que yo vaya a centrar mis objetivos.
-Pensando en tu función, ¿puede que varíe mucho el equipo en el ataque o crees que el estilo va a ser muy similar al del año pasado?
-Bueno, ahora estamos probando distintas tácticas. Creo que todavía no está tan definida una manera, aunque sí creo que Agustín debe tener un ideal en su cabeza. Creo que la forma de juego es más o menos la misma. Por ahí con algún cambio de nombre y algunos cambios de esquema en situaciones específicas.
-¿Preferís un equipo que se adapte al estilo del rival o que se haga fuerte en un estilo propio?
-Creo que muchas veces puede depender del rival que tengamos enfrente, pero que lo más importante es pensar siempre en lo que más cómodo nos quede a nosotros como equipo.
-¿Sentís que otra vez están para pelear el ascenso?
-Yo creo que sí. Ojalá nos vaya bien. Yo no sé cuántos años más voy a jugar o si este va a ser el último y me gustaría lograr algo con Sarmiento. Después solo ascienden dos. Obviamente podés armar un gran equipo, pero si después hay un arbitraje que te vende un partido como nos pasó, chau. O justo en un día clave te levantás mal. Todo puede pasar. Es fútbol.
