Durante semanas, los objetos aéreos no identificados derribados por Estados Unidos han sido motivo de debate en todo el mundo, convirtiéndose en un verdadero problema para el país de América del Norte. Mientras áreas enteras del gobierno federal fueron destinadas a investigar el origen y objetivo de estos aparatos, la Casa Blanca no descartó al principio la posibilidad de que pudieran tener un origen extraterrestre.
Después de varios días de investigación intensa, los servicios de inteligencia de Estados Unidos han llegado a teorías más lógicas y aproximadas. Estos objetos eran inofensivos y probablemente tenían un carácter comercial o de investigación.
Hasta ahora, el gobierno de Biden derribó a cuatro ovnis. El primero fue identificado como un globo de origen chino que supuestamente era un instrumento de vigilancia, aunque desde el país asiático lo hayan negado.
Este globo contaba con múltiples antenas capaces de interceptar señales de comunicaciones, paneles solares para obtener la energía necesaria para volar y equipos de vigilancia. El objeto se encontraba sobre Montana, estado que alberga una zona de pruebas nucleares.
El 10 de febrero, un segundo objeto fue detectado y derribado por fuerzas estadounidenses frente a la costa del norte de Alaska. Esa vez informaron que se trataba de bólido del tamaño de un coche pequeño que viajaba sin ningún sistema de propulsión o control.
Al día siguiente, otro aparato aerotransportado de gran altitud similar fue descubierto sobre el territorio canadiense de Yukon. Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, coordinó con Biden la operación para “cazarlo”.
El cuarto y último de los ovnis fue abatido sobre el lago Hurón, en la frontera de EE. UU. y Canadá. Los oficiales de Defensa lo describieron como una estructura octogonal con hilos colgando y, en este caso, el objeto volador representaba un riesgo para la aviación civil por la altura a la que se encontraba.
¿Qué eran los ovnis?
El gobierno de Estados Unidos todavía no ha podido afirmar con certeza qué eran los objetos voladores derribados ni qué estaban haciendo en el espacio aéreo de su país. Ni siquiera pudo identificar qué tipo de mecanismo tenían.
Sin embargo, lo que sí tienen claro es que los objetos no parecen tener origen en un “estado hostil” ni en el espacio exterior. John Kirby, coordinador de comunicaciones estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional, explicó en un comunicado que: “Inteligencia está considerando como teoría principal que los ovnis podrían ser solo globos vinculados a algún propósito comercial y/o benigno”.
Otros funcionarios descartaron la posibilidad de que los objetos pertenecieran al propio gobierno y afirmaron que no hay indicios suficientes de que estuvieran conectados con el programa de globos espía de China: “Hay muchas de estas cosas que están en el aire de vez en cuando, algunas comerciales, algunas del gobierno y tal vez hay algunas cosas que no sabemos”, explicó el senador Mitt Romney.
No, no eran extraterrestres
La seguidilla de objetos no identificados despertó, como era de esperarse, una serie de teorías conspirativas: no fueron pocos quienes afirmaron que se trató de naves espaciales provenientes de otros planetas.
Desde la Casa Blanca, la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre fue tajante: “El ejército no ha derribado ningún platillo volador extraterrestre. No hay ningún indicio de que se trate de naves de otros planetas”.
Yo elijo creer
Sin embargo hay escépticos que dicen que la Casa Blanca esta nuevamente ocultando información. ¿Estaremos siendo visitados?. En la ciudad de Junín también fueron avistadas extrañas luces en el cielo las semanas pasada y reportes similares se dieron en distintas partes del país. Esto solo genera más dudas que respuestas pero yo… yo elijo creer.