La Cámara de la Industria Cervecera Argentina (CICA) manifestó su sorpresa y preocupación por la decisión de volver a crear un gravamen de 17% al consumo de cerveza, como se decidió en una comisión de Diputados nacionales en el marco de la discusión de la reforma tributaria, y alertaron por la posibilidad que se produzcan miles de despidos, la mayoría de ellos en la provincia de Buenos Aires.
El tributo pasará del 8% actual al 17%, y en este contexto las empresas advierten que eso afectará un plan de inversiones de 1.800 millones de dólares y repercutirá puestos laborales. Según indicaron, más allá del aumento del 9 ciento en los precios, habría una caída de 7 por ciento en el volumen producido, y pondría en riesgo 9 mil puestos de empleo, junto con la revisión de los planes de inversiones.
Según la cámara, la aprobación del proyecto constituiría una «discriminación respecto a otras bebidas con alcohol», como es el caso del vino que logró meses atrás que no se realicen cambios en su tributación. “Aumentar el impuesto a la cerveza al 17% pero que el vino no tribute, generaría un fuerte incentivo a favor del vino y en contra de la cerveza», señalaron en un comunicado.
Al respecto, el director ejecutivo de CICA, Alejandro Berlingeri, apuntó contra los legisladores que apoyaron el aumento e hizo foco en uno bonaerense, el peronista Diego Bossio. “Pareciera desconocer que 80% de los 5 millones de cebada se produce en la provincia de Buenos Aires, donde están ubicadas cinco grandes malterías, cuatro de las nueve grandes cerveceras y más de 500 microcervecerías», señaló.
Por otra parte, Berlingeri recordó que el dictamen aprobado «tampoco tiene en cuenta las recomendaciones de la OMC» con relación a los impuestos según la graduación alcohólica de las bebidas. «La OMS recomienda gravar a las bebidas alcohólicas según su graduación alcohólica, algo que el proyecto de Reforma Tributaria no cumple, siendo que la cerveza tiene 3 veces menos de graduación alcohólica que el vino y el champagne, que no pagan», indicó.
Finalmente, la cámara empresaria acusó de «discriminatoria» a esa decisión respecto a otras bebidas y salieron a advertir que de prosperar este cambio tributario puede poner en riesgo «importantes inversiones».