En medio de la fuerte tensión política en torno a los aumentos tarifarios, Cambiemos se aprestará esta semana a «pasarle la pelota» al peronismo: completará en el Senado la baja impositiva a los consumos de energía anunciada por la gobernadora María Eugenia Vidal y girará el tema a Diputados, donde el PJ, Unidad Ciudadana y el massismo tienen los votos para aprobar o frenar la iniciativa.
Fuentes parlamentarias confirmaron que en la sesión de este jueves el oficialismo tratará el proyecto que propone la eliminación de dos impuestos: uno que grava en 6,4% el consumo eléctrico, y otro del 4% en la boleta del agua. El nudo del conflicto es que ambos tributos iban a parar directamente a los municipios, lo que significaría un «recorte» de $ 1.300 millones anuales.
Para el oficialismo el trámite resultará sencillo: con el control de 29 de los 46 legisladores y el despacho de comisión correspondiente, le sobran manos para aprobarlo. Con esto, espera trasladar la presión por el valor de las tarifas a todo el arco peronista, que en una primera instancia se resistió a recortarles fondos a las comunas.
En efecto, durante la última sesión los senadores de Unidad Ciudadana, el PJ y el massismo forzaron al oficialismo a desdoblar el proyecto oficial, ya que no contaba con los dos tercios para el tratamiento «sobre tablas». Así, solo se trató un artículo que eliminaba un gravamen del 0,6%. El resto del recorte impositivo había sido realizado días antes por Vidal, vía decreto, lo que significó una baja del 10% en la luz, 6,3% en el gas, y 3,1% en el agua.
Presiones
Con esta jugada, el oficialismo buscará dejar expuesta a la oposición peronista, que en las últimas sesiones reclamó una baja en las tarifas, con una batería de proyectos. «Una vez que pase el Senado veremos cómo reaccionan los que piden la reducción de los servicios», indicó un legislador de Cambiemos.
El corazón de la jugada apunta a dejar en «offside» al panperonismo, que optaría por defender las cuentas de sus intendentes y exigiría, en cambio, que el esfuerzo sea realizado por las empresas. El ataque oficial será previsible: «dicen que quieren cuidar el bolsillo de los bonaerenses, pero cuando tienen que pagar el costo fiscal no quieren hacerlo», se adelantan en Cambiemos.
Con todo, los ojos de la bancada oficial estarán puestos en lo que ocurra este miércoles en el Congreso, cuando la oposición trate una iniciativa para obligar al Ejecutivo a reducir las tarifas.
«Estamos manejando el tema con cuidado porque las relaciones ya no son las mismas y suponemos que después del Congreso habrá una nueva jugada», se atajó otro legislador, que sostuvo que tras la frustrada sesión especial solicitada por el peronismo las relaciones se tensaron al máximo.
Con todo, hay todavía una puerta abierta para la aprobación, dependiendo de la posición del Frente Renovador, que aún no resolvió qué postura tomará. Con pocos intendentes propios, el massismo ya dio señales políticas en esas comunas, reduciendo tasas para favorecer el consumo. En el oficialismo creen que, si se proponen imitar la medida, podrían acompañar.