Ya lo dijimos cien veces y ya la recontra sabés. María Eugenia Vidal visitó Junín, por novena vez en su gestión, y recorrió las calles céntricas junto al intendente Pablo Petrecca.
Allí accedió con su mejor semblante a tomarse fotos con cada uno de los que se le acercó, intercambió algunas palabras con quienes le hicieron llegar un reclamo o una felicitación y hasta grabó algún que otro video con dedicatoria a pedido de los vecinos.
Sufrió, también, algún que otro momento incómodo, que sin embargo sobrellevó con altura. Además, entre los vecinos que la seguían a su paso tenía banca.
Hubo alguien que al pasar le gritó «chorra», comentario que Vidal dejó pasar. Pero no dos de sus defensoras, que salieron de inmediato al cruce: «Callate, atorrante», le gritaron.
Con dos escoltas así, yo te voy a cualquier guerra. Pero mejor que haya paz, por favor.