Fútbol y hockey sobre césped, aunque de lejos puedan verse completamente diferentes, son parientes. En primer lugar porque el nacimiento de las dos federaciones fundacionales, que los reglamentaron y popularizaron, tuvo lugar en la Gran Bretaña. En segundo término, porque el hecho de que en ambos casos se requiera de once jugadoras o jugadores por equipo los hace también similares a nivel posicional. En tercera instancia porque ambos son juegos de marcadores cortos, lo que no limita su gracia al tanteo, sino a la belleza de los movimientos.
A nivel nacional, la mayor exponente de ese paralelismo de disciplinas es Aldana Cometti, quien entre 2008 y 2011 se desempeñó como jugadora de hockey sobre césped, antes de dar paso a una gran carrera como futbolista que ya la ha llevado por River y Boca, la convirtió en ganadora de la Copa Libertadores con Atlético Huila de Colombia, en seleccionada nacional y mundialista… Y que actualmente la encuentra consolidada en Levante, equipo que es el único escolta del Barcelona en la máxima categoría del fútbol profesional español.
Pero también a nivel local hay muchas jugadoras que han hecho y hacen convivir fútbol y hockey, como Pini Tamburrini, Ludmila Reynoso, Nadia Picchi, Agustina Bustamante o Daniela Salvatierra. Entonces, lo que ya parece ser una tendencia encontró también lugar en UNNOBA, para nutrir un equipo que necesitaba empezar a generar un recambio.
Entrenar en el Club Social es como estar en casa para Micaela Navone y Felicitas Gil, que se sumaron a Las Guerreras después que Wanda Silva, otra compañera de equipo, diera el primer paso. Quien no supiera de su procedencia, podría pensar que llevan tiempo con la pelota en los pies, porque pese a que fueron solo semanas de práctica, ya manejan fundamentos que invitan a pensar que serán opciones importantes para Diego Carpinella.
Encantado, el DT quiere que ambas se reconozcan ya como futbolistas, aunque ninguna de las dos quiere desprenderse todavía del deporte que practican desde chicas y que, mientras puedan, esperan poder seguir haciendo a la par.
-¿Se le puede cumplir el sueño al DT de decirles ya futbolistas y exjugadoras de hockey?
-Micaela: Por lo menos a mí me pasa que no me veo el día de mañana sin jugar al hockey. Siempre voy a tratar de seguir todo lo que pueda. A veces por horarios de facultad, que coinciden justo con los horarios de entrenamiento, se complica mucho. Pero la idea por ahora es seguir con fútbol y en lo posible hacer los dos deportes a la vez.
-Felicitas: Juego desde los cinco años y no me veo dejándolo. Pero el fútbol es algo que pospuse mucho tiempo, porque siempre quise jugar, y ahora se dio.
-¿Cómo se dio su llegada a Las Guerreras? ¿Se cebaron entre las dos?
-Micaela: Ya había empezado también Wanda (Silva) y teníamos otra amiga que jugaba. Entonces más o menos a todas las chicas las teníamos de vista. El anteaño pasado, por ejemplo, hacíamos reducidos a la noche y ahí las íbamos conociendo. Eran todas las chicas de este equipo.
-¿Cuáles fueron sus contactos con el fútbol cuando eran chicas?
-Felicitas: Yo en una cancha, nunca. En mi vida debo haber jugado en cumpleaños, con 8 o 9 años. Después nunca más. De los 10 a los 18 o 19 que hicimos esos partidos de reducido, no había jugado. Sí por ahí era de mirar fútbol profesional, pero tampoco soy fanática.
-Micaela: Desde que nací, en mi casa es todo fútbol. Mis dos hermanos (Martín y Mauro, con pasado en Sarmiento) juegan y de chiquita lo que quise siempre fue jugar al fútbol yo también. Pero como no había inferiores en ningún club ni nada, lo más parecido que encontré fue el hockey. Probé para ver si me gustaba, para sacarme esas ganas de jugar algún deporte en equipo y me encantó. De hecho ahora me gusta tanto como el fútbol, pero como a ella siempre me quedó algo pendiente con el fútbol.
-¿Qué conocían del ambiente y todo lo que rodea al fútbol de Junín?
-Felicitas: Capaz que algo sabíamos por Vale Triveli. Ella fue de las que más nos impulsó, porque cursa con nosotras y jugaba en Ambos Mundos. Intentamos ir a entrenar dos veces, pero quedó ahí. Cuando estaba en BAP fuimos a ver un par de veces y capaz que ahí empezamos a conocer un poco más.
-En un momento del partido contra Newbery, muchas de sus compañeras se reían por cómo fue Micaela a trabar con Tete Varela. «Eso es porque no la conoce», decían. Y está bueno que lleguen jugadoras a darle aire fresco al femenino, porque si la conocieras, ¿por qué no vas a meter?
-Micaela: Nunca medí las consecuencias. Sabía que había jugadoras que jugaban fuerte, pero pienso que yo también lo puedo hacer, jaja.
-En las grandes ciudades se nota mucho que hay diferente idiosincrasia alrededor del fútbol y del hockey. En el afuera, en lxs hinchas, en los grupos. ¿En Junín eso también existe o se reduce?
-Micaela: Dentro de la cancha es un juego de mucho más roce, mucho más desgastante. Por ejemplo, si yo juego 30 minutos de fútbol me cansó mucho más que si jugara 30 minutos corriendo igual al hockey. Porque es otro el roce. Fuera de la cancha me siento igual de cómoda que en el hockey. Es cierto que en las ciudades más grandes son como dos ambientes muy distintos, pero acá no pasa. Yo no lo siento así.
-Felicitas: En mi caso fueron solo las ganas de jugar. No me puse a pensar en si iba a cambiar algo o no. Fue venir y ya en los entrenamientos me empecé a sentir súper cómoda con el grupo. Yo creí que iba a ser otro el impacto, porque sí veía distinto desde afuera al fútbol femenino, cultural y socialmente, que el hockey. Pero entrenando me sentí súper cómoda y creo que desde adentro esas diferencias tanto no se ven. Cuando yo era chiquita el fútbol femenino era algo que no se pensaba. No era común en un grupito de amigas que una juegue al fútbol. Por una u otra razón, el fútbol era para varones. Y el hockey al revés, aunque desde hace unos años se fue abriendo mucho más a los varones. Ahora están a la par, sobre todo para la mirada de afuera. A mí me re sorprende el seguimiento que le dan a las chicas, que se sepan los nombres de todas me re sorprende. Yo ya empiezo a sentir que el fútbol tiene la mirada de todos y hace un mes que estoy.
-También es notable cómo el fútbol femenino se embanderó con muchas otras luchas de la mujer…
-Micaela: Porque antes no era el deporte de la mujer y jugarlo era esa manera de que la mujer asuma ese poder de decir puedo hacer lo que me proponga, sea jugar al fútbol o lo que quiera..
-¿En el caso de ustedes tuvo que ver en algún punto con ese acto de rebeldía?
-Felicitas: Un poco sí, porque cuando era chica estaba eso de que el fútbol no era un deporte para las mujeres. Ahora ya se soltó.
-Micaela: Hoy en mi familia están re contentos. De hecho nos vienen a ver en los amistosos. Pero de chica en mi familia no elegían que yo jugara al fútbol. Elegían que haga otra cosa. Cuando les conté a mis hermanos que había empezado se pusieron muy contentos. A ellos les encanta que juegue, porque sigue siendo parte de lo que hacíamos cuando éramos chicos, que yo era uno más. Desde que juego al hockey siempre me van a ver y ahora en algunos amistosos también estuvieron.
-¿Cómo se sintieron en esos amistosos?
-Felicitas: Al principio era bastante el miedo, pero partido a partido, con todos los amistosos que hicimos, se va agarrando un poquito más de confianza y ya pensás por qué no voy a estar yo a la altura de ellas. También es cierto que tenemos compañeras que vienen jugando desde hace un montón de años y nosotras estamos fresquitas.
-Micaela: Partido a partido te vas asentando en tu lugar, te vas ubicando. A pesar de que las posiciones del hockey sean muy parecidas, las funciones no son las mismas. Ahí es donde se hacía difícil reemplazar la función que entendíamos en el hockey para llevarla al fútbol. Los amistosos nos hicieron reforzar un montón eso.
-¿Tienen puestos parecidos a los que habitualmente tienen jugando al hockey?
-Felicitas: Sí. En hockey soy delantera, medio enganche. Acá me ponen de nueve, pero me tiro muy atrás para ir a buscar la pelota.
-Micaela: En hockey juego más de seis, de segundo central. A veces de cinco, pero hay muchas muy buenas. Por eso me costaba mucho soltarme jugando al fútbol. Hasta que llegó un punto que dije bueno, en algún momento voy a atacar.
-Físicamente se las vio llegar muy preparadas también. ¿Se sintieron así?
-Felicitas: Ya veo la cancha y me parece imposible correr tanto, a comparación del hockey. Es algo que parece que no llego nunca. Pero no siento tanta complicación en correr, en ir a buscarla, sino en el contacto físico. Gasta un montón de cuerpo y ahí siento que todavía me falta.
-¿Hay más deportes en el historial de ustedes?
–Felicitas: Hice tenis que me gustó bastante. Básquet probé de chiquita pero no.
-Micaela: Yo no intenté ningún otro deporte más que hockey y fútbol. Ella tiene mucha habilidad. Es buena en todos los deportes. Le das una pelota de ping pong y te gana. A lo que le des te va a ganar.
-¿Qué seguridades y qué inseguridades tienen como flamantes jugadoras de fútbol?
-Micaela: La función de recuperar la pelota la asumo con seguridad. Pero por ahí no te esquivo una jugadora, sino que siempre trato de dar un pase. Tampoco se me ocurre patear al arco. No tengo esa idea de decir bueno, voy a tratar de hacer el gol. Es algo que tengo que trabajar. De hecho Diego (Carpinella) me dice que le pegue al arco.
-Felicitas: Me cuesta mucho encontrar los lugares, los movimientos para pedir la pelota. Me siento mucho más cómoda cuando ya la tengo. Ahí sale lo que sale. Todavía me cuesta acomodarme, me falta la técnica para recibirla y ya estar pensando lo que tengo que hacer.
-Por mucho que le duela al DT, no podemos decir que son ex-hockey…
–Felicitas: Jaja, no. Ahora estamos jugando el Seven de Primera División que se está haciendo los sábados en Sarmiento.
-Micaela: Mucha información sobre lo que va a pasar en el resto del año no hay. Por ahí van a poder habilitar que se haga un triangular entre Miuras, Social y Sarmiento, pero no está nada decidido. Es solo una idea que se había tirado. A nosotras lo que más nos entusiasma en el año es un torneo provincial que se hace en cuatro días, donde viajás a Mar del Plata, Tandil… Es un nivel alto, con partidos muy buenos. Y debe ser muy difícil que ese torneo se juegue.
-¿Cuál es la realidad del hockey hoy?
-Felicitas: Ahora justo tuvimos la pandemia, pero antes lo veía súper bien.
-Micaela: De hecho en estos últimos años, por lo que veo en el Club Social, se habían sumado un montón de nenas chiquitas. Por ahí es un deporte en el que se hace difícil arrancar de grande. El hockey creció un montón gracias a Las Leonas, por trayectoria y por lo que transmiten. Y también porque creo que a las madres les gusta más que las nenas chiquitas jueguen al hockey.
-Sería bueno poder trasladar al fútbol esa disciplina deportiva que tiene el hockey, incluso cuando es un deporte amateur…
-Micaela: Nosotras tenemos como entrenador a Pablo Pepa y se toma todo muy en serio, muy profesional pese a que nosotras seamos amateurs o a que nuestro juego no sea de primer nivel. En lo físico, en los entrenamientos, se trabaja mucho como lo que podés ver en un equipo profesional.
-Para definir la cuestión. En unos años llega un llamado para jugar Liga Metropolitana de hockey, pero UNNOBA arma equipo para jugar en AFA o llega un llamado de Sarmiento. ¿Qué eligen?
-Micaela: Yo creo que hoy elijo AFA. Estoy muy entusiasmada con el fútbol. A ver si así Diego me pone…
-Felicitas: Yo amo el hockey, es mi pasión. Pero siento que llegué a un límite. Entonces también elegiría la opción del fútbol. Por la ciudad, el estudio, la familia.
Por Juani Portiglia
