Luego de un profundo trabajo de reacondicionamiento, el Gobierno de Junín recupera un sitio emblemático de la ciudad que había sido clausurado por la falta de mantenimiento a lo largo de los años. Hoy luce renovado con techos nuevos, arañas en buen estado, pisos pulidos, nuevas instalaciones de climatización, tendido eléctrico y recambio de los portalámparas. También se informó que, de ahora en más, el Salón Rojo tendrá una capacidad máxima de personas para que pueda ser utilizado correctamente y evitar inconvenientes.
Al respecto, la arquitecta Laura Franco, subsecretaria de Planificación Urbana y Patrimonio, manifestó que «fue una obra que nos llevó tiempo por la reparación del techo, cambio de canaletas y en el rearmado completo del cielorraso. Todo estaba en un estado de colapso y no tenía mucho sentido hacer una tarea de rescate que hubiese sido más costosa y más prolongada en el tiempo. Hoy estamos con los últimos trabajos de pintura, pulido de pisos y en el medio se hicieron nuevas instalaciones de climatización, tendido eléctrico, recableado de las arañas con el recambio de los portalámparas. Con las arañas hemos conseguido tulipas muy parecidas a las originales así que van a quedar cada una con el mismo modelo, ya que había una dispersión de aproximadamente seis estilos en los diferentes lugares».
«Hemos incorporado iluminación que acompañe y no que se destaque ya que la idea no es competir con esa luminaria principal. También se retiraron todos los calefactores que había ya que estaban puestos de forma aleatoria y eran diferentes. Por tal motivo, se dejó todo preparado para colocar equipos de frío-calor de aire. Ya estamos en las instancias finales para que se comience a utilizar nuevamente. También, se hicieron importantes limpiezas en los balcones ya que durante años se fueron acumulando desperdicios de las palomas», dijo Franco.
Luego, agregó que «hacía muchísimos años que no se intervenía de manera completa el Salón Rojo. Con la misma, buscamos recuperar un carácter señorial del lugar. Si bien no vamos a llegar a recuperarlo como era en sus orígenes porque el cielorraso tenía unas molduras muy importantes y no contamos con un registro que nos permita recuperar ese trabajo, sí se colocaron algunos resaltes como para que se asemeje. Tampoco se le colocó el color blanco que tenía en el último tiempo sino un blanco más tiza, más parecido a los salones de esa época. Con respecto al tema de pintura, el salón no era rojo originalmente y, por lo que vemos en las fotos, tenía un trabajo de pintura en faja o un empapelado con una gama más de los ocres. El último rojo que tenía el salón era uno que se conseguía hecho en la pinturería y, por lo tanto, ahora se le colocó uno que tiene más que ver con salones señoriales y con este tipo de jerarquía».
También, la Arq. Franco sostuvo que «no nos olvidemos que todo el deterioro del cielorraso proviene del estado del techo. Los diferentes ingresos del agua fueron provocando las diferentes fisuras y los deterioros a punto de generar el desprendimiento de molduras perimetrales que fue el motivo por el cual se clausuró. Estamos recuperando no solo un lugar de significancia política sino también un sector dentro del patrimonio de lo que significa el Palacio Municipal. Y otro tema importante en el que estamos trabajando es en la evaluación de carga o sea la capacidad de gente que puede estar en este lugar. El salón se ha sobrecargado muchas veces, como así también la galería y por lo tanto habrá restricciones en la cantidad de personas que pueden estar».
Para finalizar, expresó que «la mayoría de estos edificios estaban preparados para cierta cantidad de gente y muchas veces se los termina mal utilizando poniendo más gente o más carga. Esto es algo que hay que cuidar porque si no el edificio colapsa con el riesgo humano que conlleva. Por tal motivo, habrá una capacidad determinada que podrá acceder de ahora en más».
