El senador provincial por Unidad Ciudadana cuestiona con dureza al intendente de su pago chico, Junín. Tampoco ahorra críticas para las gestiones de Macri y María Eugenia Vidal. El deseo de que el kirchnerismo retorne al poder
En la oficina 203 del Anexo de la Cámara de Senadores, Gustavo Traverso recibió a la revista política provincial La Tecla. Entre mate y mate, este ferviente defensor del kirchnerismo no tiene piedad con la gestión de Cambiemos. Para él, Macri y Vidal son exactamente lo mismo. “Pablo Petrecca es igual, pero con la nariz más grande”, disparó, entre risas, sobre quien maneja actualmente su distrito de origen, sobre el que aseguró estar “profundamente preocupado”.
-¿Cómo ve la situación actual del país y de la Provincia en estos últimos dos años de gobierno de Cambiemos?
-Para mí, no hay diferencia entre el país y la Provincia, son parte de un mismo proyecto. Un proyecto que vino a instaurar condiciones de desigualdad, un modelo de acumulación de capital basado en el sector financiero. Es el mismo modelo que instauró la dictadura. Del ‘76 para atrás, la Argentina discutía entre un modelo industrial o uno agroexportador, y desde entonces para acá se rompe esa discusión y aparece el sector fi-nanciero como el que más se valoriza. El gobierno de Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y todo el equipo de Cambiemos viene a restaurar ese modelo. Aparte de ser un modelo excluyente, que les quita el salario a los trabajadores y sus derechos, donde el único sector al que le dan valor es al sector primario, la minería y el sector hidrocarburos. Han dejado un país en donde trabajar y producir bienes y servicios, no sirve. Sólo sirve la guita en la bolsa y el sector financiero. Pero, aparte de todo eso, lo hicieron mal. Aparte de ser antipopulares son burros. Es un combo explosivo. Estamos atravesando un momento terrible. No sólo cayó la industria, sino también el consumo y el gasoil. Es un ejemplo de la recesión. Más allá de las oportunidades partidarias, se trata de la vida cotidiana de todos los argentinos y argentinas que sufren las medidas.
-¿Tampoco encuentra una diferencia con la gestión de Pablo Petrecca en Junín, que pertenece al mismo signo político?
-No, para nada. Me parecen calcados, dicen las mismas palabras, los mismos slogans, se sacan las mismas fotos. La única diferencia es que la nariz de Petrecca es más grande… Vidal es más linda.
–Cambiemos, realmente, tiene un manual de comportamiento e imagen.
-Sí, un manual que hace agua por todos lados. Está basado en una realidad que no existe más.
-¿Cómo está Junín ahora?
-Igual que la Argentina. A diferencia de otras ciudades, tiene una economía más diversificada. Pero todos esos sectores entraron en recesión. Junín tiene un problema importante, que es el mismo que tienen todos los argentinos: la plata no alcanza. Lo peor es que no hay esperanza. El año pasado creían que esto iba a cambiar y me decían que yo era negativo, pero ahora están desahuciados, tristes y con mucha preocupación. Hay una situación límite, sobre todo en los sectores vulnerables.
-¿La gestión local lleva adelante políticas para paliar esta situación? Más allá de que se trata de consecuencias de medidas macroeconómicas.
-Lo único que se puede destacar en los últimos dos años es la inversión en un poco de obra pública. El problema es que eso ya fue. La obra está parada, no hay ejecución. Los trabajadores de la UOCRA tienen todos los días cesantías. Ese positivismo, hoy ya es historia. Cuando hay inflación y corrida en el tipo de cambio, los proveedores te pa-ran la obra y piden mayores costos. Además, la gestión favorece a la obra pública de los amigos. Esto es el ABC de Cambiemos, y en Junín son fieles soldados. Los argentinos y argentinas están buscando una alternativa, y creo que un proyecto nacional y popular, con el peronismo en el centro, es quien se los tiene que ofrecer. El peronismo, siempre, se planta como una salida a la crisis. Después habrá que discutir por qué no lo podemos consolidar y nos terminamos yendo en diez o doce años. Eso es un problema nuestro.
-¿Qué se espera para este segundo semestre en la Legislatura?
-La Legislatura es la caja de resonancia de la sociedad. Veo un escenario de conflicto, se vienen muchos meses de discusiones y debates. Van a haber dos posiciones muy fuertes, y hay que ver cuánto aguanta el oficialismo. Ya no se pueden avalar ciertas conductas.
-¿Y en el distrito?
-En Junín vengo trabajando con el bloque de concejales en este mismo sentido. La gestión de Pablo Petrecca tiene que empezar a dar respuestas; no sólo en términos de mejorar la calidad institucional, sino de algunas acusaciones que tiene, como la enorme mansión que construyó, por qué siempre gana el mismo proveedor que armó una empresa ad hoc. El asfalto se está rompiendo, es evidente la mala calidad de la obra pública. La gestión de Petrecca es me-nos transparente que el Riachuelo. Realmente es un problema, porque es un in-tendente joven que asumió con un respaldo muy fuerte y se desprestigia la democracia; generó que los vecinos digan que todos los políticos son lo mismo.
-¿Dónde se ve en 2019? ¿Volverá a competir por la intendencia de Junín?
-No tengo aspiraciones personales. Voy a acompañar al proyecto nacional, y ser parte de un Gobierno con el cargo que me toque. Tuve períodos con cargo y sin cargo, pero nunca dejé de militar. Fui candidato a intendente de Junín en varias oportunidades, no voy a serlo el próximo año. Hay que impulsar gente nueva, que tenga una mirada renovadora de la ciudad y que pueda conquistar las elecciones en 2019 o 2023.
-¿Hay nombres en danza?
-Sí, hay varios en el bloque de concejales que pueden llegar a ocupar ese lugar, que ya tienen una experiencia legislativa; seguramente sea alguno de ellos el que ocupe el lugar. Me voy, como candidato, dejando un piso altísimo dentro del peronismo y, sobre todo, con una concepción clara de lo que es el espacio en Junín. Eso nos para en un lugar competitivo en 2019.
“No nos interesa la unidad si es para asegurar la banca de algunos”
-¿Se puede llegar a la unidad del peronismo, tan pregonada por todos los sectores pero muy difícil a la hora de las elecciones?
-Es un deseo, pero depende para qué proyecto. Nosotros pusimos al peronismo en el Gobierno para profundizar un modelo. Tenemos doce años de experiencia en un proyecto transformador. Podemos trabajar en la unidad con un programa político que sea capaz de plantear la situación que vive la Argen-tina y sacarla de la crisis. Para juntar dirigentes y garantizar la banca a un puñado de ellos para seguir en el poder, no nos interesa. Tenemos que tener en claro el para qué de la unidad. No quiero unidad con quienes levantan la ma-no para avalar la “gobernabilidad” del proyecto neoliberal. Quiero saber cuál es la opinión de este sector sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. No quiero un peronismo que sea una variable del ajuste neoliberal. Unidad es una palabra a la que hay que darle contenido. Y la unidad es con Cristina, sin Cristina no hay nada; no hay frente nacional que pueda hacerles frente a los neoliberales.
-¿Ve en la Legislatura bonaerense a este grupo que le hace el juego al oficialismo?
-Hay compañeros muy valiosos. Hay un sector de dirigentes que trabajan en función de quienes tienen responsabilidades territoriales y buscan encontrar acuerdos. Ahora, esto se terminó. Un metro más de cordón cuneta no puede garantizar levantar la mano a cambio de más ajuste, de un Pacto Fiscal. Esto es central.
(Fuente: La tecla.com)