Cómo no las habíamos visto antes pensábamos cada vez que nos dejaba boquiabiertos una gambeta, un pase filtrado, un gol… Sucede que previo al inicio del Apertura 2021 de la Liga Deportiva del Oeste que tuvo lugar después del segundo parón de actividades que provocó la pandemia de coronavirus ninguna de las tres estaba jugando. La aparición de Sofía Ledesma, Anyelina Fagundez y Catalina Vila en el segundo semestre que llegó cargadísimo de actividades para el fútbol femenino juninense fue entonces tan notable que se convirtieron en revelación y a su vez en la confirmación de que, plantada la semilla, los talentos siguen floreciendo.
SOFÍA LEDESMA – RIVADAVIA (J) – 15 AÑOS
La delantera había estado más de un año sin jugar tras dejar Independiente, donde con 13 años había competido en la categoría Sub-15. Fue en su llegada a Rivadavia de Junín que pudo comenzar a explotar todo el potencial que la llevó a ser una de las figuras destacadas del equipo que consiguió el tercer puesto en el último Apertura de la categoría Sub-17, a la vez que empieza a pedir pista en Primera División.
«Después que me fui de Independiente, cada vez que veía fútbol o jugaba a la pelota me daban ganas de volver a empezar. Mi cuñado me avisó de Rivadavia. Fui, probé y me quedé«, dijo la jugadora que metió el gol de cabeza que desniveló en favor de Las Celestinas el partido por el tercer puesto ante Villa. «Me sentí importante para el equipo. Por suerte pude meter ese gol que nos hizo ganar el partido. Las chicas me apoyan mucho y me alientan, entonces te hacen sentir valorada», agregó.
Esa aparición tan repentina hizo que Sofía Ledesma no estuviera en igualdad de condiciones a la hora de pelear por un lugar en los seleccionados de Junín que disputaron los Torneos Bonaerenses, ya que por edad hubiera podido ser convocada tanto en Sub-16 como en Sub-18. Pero confía en que si mantiene el nivel la oportunidad se le va a presentar en el año que comienza. «Es algo que pensé. Por ahí si hubiera empezado un poquito antes me hubiera ganado el lugar. El año que viene me gustaría estar y creo que puedo hacerlo».
La oportunidad que sí se le presentó fue la de integrar el combinado juninense que viajó a Ezeiza para disputar nada menos que un partido amistoso ante la Selección Argentina Sub-20, sumando una experiencia inolvidable que la motiva a seguir. «Fue increíble. Me pareció muy lindo haber vivido esa experiencia, que me hayan dado la oportunidad de ir. Nunca pensé que iba a pisar esa cancha hermosa. Es lo mejor que viví jugando al fútbol», resaltó.
Consolidada ya en el equipo Sub-17 que espera superar en el Nocturno el tercer puesto obtenido en el Apertura, la delantera espera poder ganar minutos también en Primera División y seguir transitando el camino que la lleve a cumplir uno de sus grandes sueños. «Obvio que me siento con más confianza en Sub-17 porque es mi categoría, pero si me llaman de Primera siempre voy a estar. Hoy pienso en poder dedicarme al fútbol, porque mi sueño es llegar a jugar de manera profesional en un equipo grande».
ANYELINA FAGUNDEZ – VILLA BELGRANO – 17 AÑOS
Después de una vida jugando al hockey, la mediocampista nacida en Uruguay quiso probar con el fútbol y sorprendió por la manera de entender el juego durante la que fue su primera competencia oficial. Cerebral, potenció el mediocampo de Villa y no tardó en ganarse la titularidad tanto en Sub-17 como en Primera División, aportando además una gran cantidad de goles en función de su posición en cancha.
«Empecé entrenando en La Favela. Yo vivo en el barrio La Celeste y mi hermano me contó del grupo que se estaba armando. Fui a un entrenamiento, me gustó y me quedé. Antes nunca había jugado. Por ahí cuando viajaba, algún partidito con mi hermano. O de chiquita algunos pases, pero nada más. Creo que el hockey me ayudó mucho a la hora de entender el juego, un rol en la cancha. Me costó tomar la decisión de dejarlo porque lo hacía desde chiquita, en el mismo club y con muchas amigas», dijo Anyi Fagundez, que se convirtió en la primera jugadora del Nocturno 21-22 en convertir goles en las dos categorías, algo que también había logrado en el Apertura.
Fue el destino lo que la llevó a Villa, porque a punto estuvo de empezar a competir en otro club. Todo pasa por algo, dicen. «Primero me fui a Ambos Mundos, en marzo o abril. Fui con Mili Suárez. Entrenamos un mes y otra vez se frenó todo por la pandemia. Volvimos a entrenar en La Favela, pero por fin iba a empezar el campeonato y La Favela no iba a entrar. Mili ya había tomado la decisión de volver a Villa y yo tenía muchas ganas de jugar, así que fui con ella. Me quedé porque desde el principio Chavo y todas las chicas fueron muy buenos conmigo. Hoy en día tengo una excelente relación con todas».
Habiendo sido Cristian Contrera el entrenador de la Selección de Junín Sub-18, es imposible no pensar que si la mediocampista hubiese llegado a Villa un par de meses antes de seguro hubiera tenido la oportunidad de disputar los Torneos Bonaerenses. «Apenas llegué se estaban haciendo los primeros entrenamientos de Selección y Mili me decía te van a llamar. No sucedió, pero creo que tiene que ver con lo poco que Chavo me conocía en ese momento. Me encantaría jugar los Bonaerenses con la Selección de Junín. Sería súper lindo. Lo hablé con Sofi (Montenegro), veía a las chicas. Yo siempre jugué Bonaerenses con hockey. Sería muy lindo hacerlo con fútbol», resaltó Anyi Fagundez.
La camiseta de la Selección de Junín se la iba a terminar poniendo y nada menos que para viajar al predio de Ezeiza a disputar un amistoso soñado con la Selección Argentina Sub-20, donde también sorprendió a Darío Eletto, entrenador de Rivadavia de Lincoln que viajó como DT junto a Poli Reichenshammer, por su manera de jugar. «Nunca lo podría haber imaginado. Sobre todo porque en un primer momento mis papás no estaban muy contentos con la decisión de que dejara hockey. Fue difícil y jamás me imaginé vivir esa experiencia hermosa en tan poco tiempo. No lo podía creer. Estaba re contenta. Pasaba un seguridad y le sacaba fotos, jaja. Ahora mi familia me va a ver en todos los partidos. Franco (su hermano) está en todos».
Hincha de Peñarol, reconoce que el hecho de empezar a jugar al fútbol cambió por completo la relación con su hermano, que también es uno de los futbolistas más talentosos que pueden verse actualmente en Liga Deportiva del Oeste, defendiendo para este Nocturno la camiseta de La Loba. «Él me acompañaba a todos los entrenamientos, me llevaba hasta Ambos Mundos y me esperaba. Siempre hablamos de fútbol, me pregunta cómo me siento, qué equipos nos tocó en la zona, cuál es el próximo partido. También me aconseja, porque el juega de chiquito al fútbol. Cuando me va a ver llega a casa y me dice algo del partido. Mi papá también».
Aunque el que se nos va fue su primer año como futbolista, Anyi se ilusiona con llegar a ser profesional. Y si su desarrollo mantiene el ritmo que lleva hasta ahora, no hay motivo alguno para pensar que no pueda lograrlo. «Sería como un sueño y a la vez lo veo bastante difícil, porque voy a cumplir 18 y a jugar al fútbol empecé este año. Entonces no se. Lo pensé y sí tengo esa esperanza. Me encantaría».
CATALINA VILA – SARMIENTO- 14 AÑOS
Poli Reichenshammer confió en la recomendación de Jonny Villarreal y la convocó a la Selección de Junín Sub-14 que compitió en los Torneos Bonaerenses. Esa fue su presentación en sociedad, porque le tocó mostrarse incluso antes de empezar a competir con Sarmiento para no dejar dudas de lo bien que le iba a hacer al equipo de Las Maestritas que terminó coronándose campeón del Apertura 2021 en la categoría Sub-17.
«Empecé a los 8 años, por 2014. Con papá buscamos club y en muchos no había para menores de 15. Llegué a Sarmiento y entrenaba con chicas de 17 y 18 años. Era una garrapata. En ese momento todavía era raro ser mujer y querer jugar a la pelota. Seguí hasta 2018 pero ese año había empezado a bailar y me había enganchado mucho. Los horarios no me coincidían y elegí baile, porque además tenía a todas mis amigas», contó Cata Vila, una de las jugadoras con mayor proyección a futuro que puede verse en Liga Deportiva del Oeste.
Una historia de Instagram y un mensaje le cambiaron todos los planes y ahora volvió a abrazarse a un fútbol que la recibió a pura competencia, habiéndole permitido no solo jugar Bonaerenses sino también hacerlo y coronarse en Sub-17, tener mucha participación en la Primera local e incluso entrenar con el equipo AFA de Sarmiento.
«En cuarentena empecé a correr con mamá. Un día fuimos a correr una carrera y Jonny (Villarreal) me mandó un mensaje, porque yo había subido una historia. Me preguntó si tenía tiempo a la tarde para volver a entrenar porque se estaban abriendo oportunidades en AFA, porque se venían los Bonaerenses y me dijo que yo tenía un nivel que si me ponía a entrenar podía llegar a hacer algo realmente con el fútbol. Lo hablé con papá y obviamente encantado, porque es fanático del fútbol. Hubo que comprar todo devuelta, jaja», recordó.
Y agregó: «Arranqué a entrenar en marzo, pero se cerró todo de vuelta. Cuando se volvió a organizar el torneo Sub-17 ya estaban los Bonaerenses, así que fue lo primero que jugué. Yo no tenía ni idea de toda la competencia que se iba a venir. Al principio las chicas ni me registraban, jaja. Pero de a poco me fui integrando al grupo, con lo caradura que soy, y ahora me llevo muy bien con todas«.
Como ya ha pasado con jugadoras como Constanza Díaz en Rivadavia de Lincoln y su compañera en Sarmiento Morena Culaciati, ya consolidadas con años de competencias y títulos, el nombre de Cata Vila se empieza a escuchar atrás de los alambrados y no es casualidad. Ella, sin embargo, trata de mantenerse enfocada y de seguir el consejo de quien le contagió la pasión por el fútbol. «No me cambia mucho. A mí lo que más me sirve y me motiva son las referencias de papá y las ayuda que me da él. Si me dice que hice algo bien, es porque realmente lo debo haber hecho bien. Porque por ahí te cruzás con alguien que te dice que jugaste re bien y vos por dentro sabés que no. Cuando estás jugando mal te das cuenta enseguida y es frustrante».
Al igual que Sofía Ledesma y Anyi Fagundez, Cata se permite soñar con la posibilidad de ser futbolista profesional, aunque entiende que la realidad del fútbol femenino hoy por hoy la hace tener otras prioridades. «A mí me encantaría, pero se que el fútbol femenino no es lo mismo que el masculino. Hay que jugar muy bien y para vivir de esto te tenés que ir a un equipo de Europa. Y no tengo las expectativas tan altas, así que… Además de eso se que tengo que hacer una carrera».
