Lo causó una masa de aire húmedo que entró desde el Pacífico. En nuestra ciudad cayeron 63 milímetros por hora con ráfagas de casi 90 kilómetros. Algunos lugares superaron el récord de precipitación diario de septiembre.
El Servicio Meteorológico Nacional dio a conocer un informe sobre las precipitaciones ocurridas el fin de semana pasado. Las lluvias intensas ocurridas durante el 9 y el 10 de septiembre estuvieron asociadas al desarrollo de un ciclón extra-tropical en el centro-este del país.
En los días previos, el ingreso de una masa de aire húmeda desde el norte y el avance de un sistema de baja presión, en niveles altos de la troposfera desde el Pacífico, favorecieron el desarrollo de tormentas que se ubicaron en la región sur del Litoral.
Luego, el área de lluvias y tormentas se desplazó hacia Buenos Aires a medida que el ciclón de superficie se intensificaba, en la región que se muestra en la figura. Como consecuencia de la circulación ciclónica del sistema, el área de lluvia se extendió incluso al oeste de Buenos Aires y La Pampa. Finalmente, el ciclón continuó su intensificación a medida que se desplazaba hacia el Litoral Atlántico, favoreciendo el desarrollo de fuertes vientos, principalmente en la región centro-este de Buenos Aires desplazando la masa de aire cálida y húmeda hacia el norte.
La siguiente figura muestra la distribución espacial de la precipitación entre las 9 horas del día 1 de
septiembre y las 9 horas del día 11 de septiembre y su correspondiente anomalía de lo que va del mes de septiembre 2017.
Se observa en la región central del país un máximo general de precipitación que comprende a las provincias de San Luis, Córdoba, Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa y Buenos Aires, principalmente. En esta región se aprecian dos máximos absolutos: uno en el centro de Buenos Aires y otro al sudeste de Entre Ríos, con precipitaciones que rondan entre los 125 y los 200 mm. Vale destacar que las mayores precipitaciones en lo que va de este período de 10 días se produjeron principalmente entre los días 02 y 03 del mes y entre los días 09 y 10. En cuanto al mapa de anomalía, se puede apreciar que las anomalías positivas de lluvia máximas se produjeron en Buenos Aires y sudeste de Entre Ríos, puntualmente en Gualeguaychú (con valores entre +100 y +150 mm).
También se observan dos máximos relativos en el centro de San Luis y sudoeste de Buenos Aires, con valores entre +25 y +50 mm.
Durante el transcurso de los primeros 10 días del mes algunas estaciones superaron el récord de
precipitación diario de septiembre, mientras que algunas estuvieron cercano a superarlo. En la siguiente tabla se presentan las estaciones que alcanzaron un nuevo récord de precipitación acumulada en 24 hs:
Se puede observar que Trenque Lauquen y Las Flores, en Buenos Aires, superaron con valores de
86.0 (el día 10 del mes) y 84.0 mm (el día 02 del mes) respectivamente a los récords previos que habían ocurrido en 1998 y 1994 respectivamente. Asimismo, la precipitación ocurrida el día 10 en Las Flores, se posicionó en el segundo lugar del ranking, con un valor de 54 mm.
Por otra parte, la estación de Las Flores ya ha superado el récord mensual de precipitación para el mes de septiembre con 157 mm, siendo el récord anterior en este mes de 125.5 mm en septiembre del 2007.
Vale recordar que en Junín el total de lluvia caída fue de 63 milímetros en todo el fin de semana y durante las últimas horas del domingo y madrugada del lunes las ráfagas de viento superaron los 83 kilómetros por hora llegando a 90 kilómetros.
¿QUE ES UN CICLON?
En meteorología, ciclón usualmente suele aludir a vientos intensos acompañados de tormenta, aunque también designa a las áreas del planeta en las cuales la presión atmosférica es baja. En esta segunda acepción el significado de ciclón es equivalente al de borrasca, y es el fenómeno opuesto al anticiclón.
Los ciclones y anticiclones tienen una importancia fundamental en la generación de los vientos o corrientes atmosféricas. En efecto, un área de bajas presiones genera vientos al atraer las masas de aire atmosférico desde las zonas de altas presiones o anticiclónicas.
La palabra “ciclón” fue usada por primera vez por Henry Piddington alrededor del año 1840. Tiene su etimología en el griego κυκλών kyklón ‘círculo en movimiento’ (genitivo κυκλώνας kyklónas).
El desarrollo de la circulación ciclónica en la atmósfera, es decir la formación de un sistema de baja presión, se denomina ciclogénesis. Se trata de un término que incluye varios procesos similares que dan lugar al desarrollo de una cierta clase de ciclón. Puede ocurrir en cualquiera de las escalas que se manejan en meteorología (microescala, mesoescala y escala sinóptica), excepto en la escala planetaria.
Ciclones tropicales
Los ciclones tropicales (también conocidos como tormentas tropicales, huracanes y tifones) son ciclones que se forman generalmente en océanos calientes (generalmente tropicales) y de ahí succionan la energía de la evaporación y la condensación. Son característicos por tener una fuerte área de baja presión en la superficie y una alta presión en los niveles altos de la atmósfera. Se originan por la formación de centros de baja presión atmosférica en el mar.
Son altamente destructivos, ya que producen fuertes lluvias con vientos de al menos 120 km/h, llegando sus ráfagas, en algunas ocasiones, a más de 300 km/h.
Ciclones extratropicales
El ciclón extratropical se forma a latitudes mayores a 30°. Se compone por dos o más masas de aire; por lo tanto, se asocia a uno o más frentes.
La familia de ciclones extratropicales es tan amplia que normalmente se intenta definir una subfamilia. Pero ésta es una tarea muy difícil debido a que, de hecho, cada ciclón es único e irrepetible. Un estudio muy amplio sobre ciclones muestra, sin embargo, que se pueden observar características comunes entre ellos, pudiéndose hacer una clasificación.
Uno de los criterios más utilizados para la clasificación es el mecanismo inicial involucrado en el desarrollo del ciclón.
Ciclones subtropicales
Un ciclón subtropical es un sistema meteorológico que tiene algunas características de un ciclón tropical y algunas de un ciclón extratropical. Suelen formarse en latitudes cercanas al ecuador.
Ciclones polares
Los ciclones polares son similares en comparación y tamaño a los ciclones tropicales, aunque generalmente tienen una vida más corta.
Los ciclones polares tienen típicamente varios cientos de kilómetros de diámetro y vientos fuertes (aunque generalmente no tienen la intensidad de un huracán). A diferencia de los típicos ciclones tropicales estos se desarrollan con una extrema rapidez, alcanzando su fuerza máxima en 24 horas.
Los ciclones árticos poseen extensas áreas de baja presión en las regiones polares que tienen una débil rotación ciclónica con una máxima explosión de 120 metros cúbicos.
Mesociclones
Un mesociclón es un vórtice de aire, aproximadamente de 2 a 10 km de diámetro (mesoescala en meteorología), dentro de un tipo de tormentas conocidas técnicamente como supercélulas debido a su autonomía. Cuando un mesociclón muere, si la nube precipita, ésta transmite su inercia de rotación en capas más bajas comprimiéndose en forma de nube embudo lo cual hace que se incremente la rotación formando un tornado.
Los mesociclones se forman cuando hay fuertes cambios en la velocidad o dirección del viento a diferentes niveles de presión atmosférica, lo cual se conoce como cizalladura del viento. La presencia de los mesociclones sólo se puede verificar con un Radar Doppler.
