Durante mas de cinco años, el sociólogo Angel Reyes dedico su tiempo casi exclusivamente a entrevistarse con personas que reconocían tener la costumbre de «sacarle el cuero» o juzgar actitudes o comportamientos de los demás. Reyes no pretendió en su estudio determinar si este hábito es correcto o no, o si trasgrede las leyes de la ética. Solo se limitó a escuchar de boca de los participantes del estudio que beneficios a mejoras sentían luego de sacarle el cuero a alguien. Del total de las respuestas obtenidas de personas que no se conocían entre ellas y que pertenecían a distintas clases sociales, comprobó que un gran número coincidía entre si.
La gran mayoría aseguró que al terminar de hablar o de juzgar a otros, tenían sensaciones como:
1- Haberse quitado un peso de encima
2- Haberse liberado de algo
3- Sentir que perdonó a esa persona
4- Sentir que ya no la odia mas
5- Sentirse en paz
6- Haberse relajado
7- Necesidad de no volver a criticar o juzgar
8- Sentir que recuperó el buen humor
9- Sentirse mas enérgico fisicamente