El juninense Juan Ignacio Castillo y su amigo Joaquín Pastormerlo, oriundo de la localidad bonaerense de Bonifacio, cumplieron unos de sus sueños que tanto anhelaban: Conocer al ex Presidente Uruguayo José «Pepe» Mujica.
Juan Ignacio y Joaquín se conocieron estudiando Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales y fue el propio Ignacio quien le comentó a Junin24 como se fue desarrollando desde el principio de esta – porque no llamarla aventura – hasta su fin el 23 de julio cuando se encontraron cara a cara con Pepe en su chacra, cercana a Montevideo.
«Lo que siempre me atrajo de Mujica – cuenta Juan Ignacio – es su forma de ser, su discurso y forma de vida austera, a pesar de haber ocupado el mayor cargo de la política nacional de Uruguay que vivia en una chacra. Fue por eso que empecé a leer y a interesarme sobre él su persona y su vida».
EL NACIMIENTO DE UN SUEÑO QUE PARECÍA IMPOSIBLE
Respecto a como nació la idea de visitarlo, explica que «en un momento el papá de mi amigo nos preguntó su queríamos conocerlo , le dijimos que si, por decirle que si, y desde ese momento hasta el encuentro en julio, pasaron cuatro años. Lo primero que hicimos fue conseguir el numero de la secretaria personal quien primero nos dijo que si, después que no, después que si… y llegó el covid y desde ahí suspendió todas las visitas y fue cuando empezó a parecernos imposible conocer a Pepe, y en ese momento no recibió entrevistas y parecía imposible», se sincera
«En el 2021 el papá de mi amigo- Oscar – falleció y se truncó su sueño personal de viajar los tres y conocerlo, pero no obstante eso, mi amigo quiso cumplir el sueño de su papá, aunque sinceramente nos parecía imposible e inimaginable porque por el Covid y el aislamiento perdimos el contacto con la secretaria. La realizad es que pensamos en ir así de la nada, tocar timbre y ver que pasaba. Pero cuando nos habíamos decidido, nos confirmaron que nos daba la entrevista».
TODO PREPARADO PARA VIAJAR
«Salimos por vía terrestre – explica – desde La Plata hasta Gualeguaychú, desde ahí a Fray Bentos y luego Montevideo. Llegamos un día sábado y nos fuimos a Rincón del Cerro donde vive Mujica, a pocos kilómetros del centro de Montevideo donde tiene su chacra donde nos esperaba a las 16 horas. Cuando llegaba había unos conos, un cartel de PARE, un perro y una persona que nos preguntó donde íbamos. Le dijimos, se metió entre unos árboles, salió y nos dijo que estaba durmiendo la siesta, que lo esperábamos y en un momento nos invitan a pasar, que nos iba a recibir. Vive en la casa que se ve siempre en las entrevistas, pequeña, sencilla, acogedora, con muchos libros, y una cama. Nos presentamos, le contamos quienes éramos cada uno de nosotros, le llevamos regalos – concretamente libros de historia política -porque sabemos que le gusta leer sobre eso. Mi amigo le regaló un muñeco que hicieron en el pueblo de él. Si bien la visita iba a ser de 15 minutos, duró una hora de reloj, que aprovechamos para que mi amigo Joaquín le haga una entrevista que grabamos con una cámara»
UNA CHARLA INTERESANTE Y DIVERTIDA
Continuando con el relato, Juan Ignacio explica que «antes de empezar la entrevista, Joaquín le contó de su padre y luego charlamos sobre el recorrido de la vida política de Mujica. Descubrimos que es una persona muy divertida, muy graciosa. Cuando entramos, -porque fuimos con la mamá de mi amigo y una amiga- y nos gritó: «No entren en pelotón porque me enojo. No mentira, sientensé». Estaba junto a Lucía Topolansky, su esposa y ex vicepresidenta de Uruguay. A lo largo de la tarde hablamos de la política actual, el rol de la juventud, la muerte, que pasa después de la muerte, como hay que vivir la vida, y el modo de vida austero que él eligió para vivir.
NO PODÍAN FALTAR LOS REGALOS
«Para nosotros fue increíble tener la posibilidad de reunirnos con una persona así y una vez terminada la charla le regalamos unos chorizos secos que le habíamos llevado y se agarraba la cabeza como diciendo «me como esto y me muero», porque le gusta comer pero los médicos no lo dejan que coma esas cosas. Y nos regaló una salsa de tomate para la carne que hace él. Nos sacamos una fotos, me firmó un libro, hablé mano a mano con él unos minutos. Fue un encuentro muy enriquecedor. Un detalle, en la Chacra tiene un banquito hecho con tapitas, donde se había sentado el Rey de España», detalla.
UNA REFLEXIÓN PERSONAL SOBRE LA VISITA Y SU FIGURA
«En lo personal fue increíble para mi – confiesa – que me gusta la política internacional, estar sentado frente a un hombre que se sentó mano a mano frente a Vladimir Putin, con Barack Obama, que estuvo en la Casa Blanca, en Whasington y discutió mano a mano la vuelta de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, porque fue el mediador para desenfriar las relaciones entre ambos países, una persona que fue también mediadora entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno Colombiano. Desde un país pequeño como Uruguay, llegó a sentarse en esos lugares, a resolver esos conflictos y situaciones, que recibió refugiados de Guantánamo, que recibió refugiados de Siria», enumera.
Para finalizar, dice Juan Ignacio, «imaginate lo que fue para mi estar sentado en la casa de ese hombre que fue Presidente de su país, recorrió el mundo ejerciendo ese cargo opinando e interviniendo en ese tipo de situaciones, que te de la mano, te firme un libro, y te hable y de recomendaciones para el futuro, para la juventud, el modo de que vivir, que te hable de la muerte y de la vida, fue para mi, una experiencia – en lo personal – extraordinaria, insuperable y totalmente maravillosa».
