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Reclamo

Una mamá clama porque le devuelvan a su hijo de 6 años

La mamá de un niño de 6 años clama porque le devuelvan a su hijo, que le permitan verlo, estar con él, abrazarlo, entregarle el regalito que le preparó con sus manos.

Locales

Le ganan la desesperación y la angustia. Y más allá que la situación por la que atraviesa María, está en manos de un Juzgado de Familia, nos vemos obligados a hacernos una pregunta, luego de hablar con ella, conocer su historia y descubrir  el grado de invulnerabilidad que atraviesa, más allá del horror que le tocó vivir entre los días 5 y 10 de Octubre de 2019.

Hoy, su hijo, de 6 años está bajo el cuidado de su padre, el mismo hombre que fue condenado en 2021 en una causa por lesiones leves agravadas, por el Juzgado Correccional a cargo del Dr. Héctor Barbera y confirmado por la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional con las firmas de los Dres. Carlos Mario Portiglia y Luis Beraza.

EL VIOLENTO

Tomando todos los recaudos del caso, obviando nombres y apellidos incluido el de la víctima a la que llamamos María, volcamos algunos tramos extraídos del debate oral  que tuvo lugar en 2021 que muestran el nivel de violencia del que fue víctima la mujer que hoy reclama a su hijo que, vale reiterar, por decisión de la justicia, está con el padre.

-“Estando embarazada, fueron a un cumpleaños- Él…… estaba borracho y la dejó en la ruta, la insultó, le pegó, la escupió y ella tuvo miedo de perder su hijo”.

– “Traía otro hombre para que ella se acueste y al no querer, venían los golpes. Tuvo que bailar y sacarse fotos en ropa interior y la obligaba a tener sexo oral con los dos mientras que luego se masturbaban. Le ha obligado a hacerle sexo oral. Ha llevado travestis. Estuvo obligada a verlo a……. con otro hombre, «…se tenía que vestir como una prostituta y bailar…».

Testigos que formaban parte del staff del nosocomio local que tuvieron contacto con la víctima cada vez que concurría a ser atendida, señalaron en el debate, corroborando los dichos de María,  “el círculo de violencia en que transcurría la vida de la víctima, toda vez que las testigos dieron cuenta del estado de nerviosismo y de temor que evidenciaban en María al entrevistarla, manifestando que siempre estaba acompañada por el imputado lo que le impedía explayarse sobre sus vivencias, llegando a poder contactarla en un post-operatorio, para poder ayudarle a salir de la situación de control (no podía usar libremente su celular porque su pareja controlaba sus llamados y mensajes), y de violencia física y económica”.

Sumado a ellola Dra. ….. constató hematomas en sus miembros inferiores y pantorrillas en oportunidad de realizarle una biopsia de endometrio, manifestando al respecto que no era común observar ese tipo de lesiones en una paciente sometida a esa práctica.

En la sentencia del Dr. Barbera, remarca que “…el día 5, a la noche, empezó todo y el 6, le empieza pegar. Se sinceró, se trató de defender y se la pudo devolver como pudo. Le pegó en la cabeza, en la cara, en la espalda, en las piernas. «Me acuerdo que el mismo 6, está él con un trapo de piso, limpiando sangre en la cocina, riéndose e insultándome…».

«…. cuando empieza la pelea del 6 de octubre, después de teñirme, me insultaba, me decía loca, prostituta, yo era prostituta por tener dos hijas. Yo tenía que estar rubia para el cumpleaños de….. Me teñí el 4 de octubre. El 6 de octubre me decía que no merecía vivir, aparte de los golpes contra la cama, contra la pared, que me iba a sacar al nene, él me escupía en la cara y se tiraba pedos y se daba vuelta y me decía esto es cagarme en vos, como me enseñaron los gitanos….En ese momento me agarra de mi parte íntima y me quiso tirar de la ventana del segundo piso y me rajó todo, …… me vio que yo sangraba y no tenía ni bombachas porque no me había dado nada. Los empujones en la escalera y ahí me surgieron los golpes en el cuerpo y en la cabeza. Todo eso fue el día 6… Como ese golpe de la escalera, fueron trompadas, golpes, insultos, abría la puerta de la calle, me sacaba afuera y gritaba para que todo el mundo escuchara que yo estaba loca, él se grababa y decía que yo me pegaba sola y en un momento …… -el hijo- empieza a llorar y se enojaba, le dice que lo deje que es su hijo y en el enojo le dije que no era su hijo y él pensó que no lo había engendrado él y ahí empezó a escupirme y a pegarme y yo termino desvanecida con el nene a upa y cuando despierto él estaba limpiando la sangre, que había quedado la mesada y la cocina manchada. Yo estaba toda morada, tenía un puntazo de cuchillo en la mano, creo que la sangre debe haber venido de ahí, me chorreaba sangre de mi parte íntima, porque me había agarrado con la mano y me había levantado y me había querido tirar por la ventana, obviamente él iba a tener marcas porque yo no quería que me tirara, yo tenía un hijo que estaba llorando abajo y tenía dos hijas,  yo quería seguir viviendo…».

Ese 6 de octubre no la atendió ningún médico, y «…me tuvieron una semana para que se me curaran las heridas…». Dijo que la puteaban, la trataban «…re contra mal…».

Habla de una reunión entre los hermanos, ya que ellos decidían. Incluso uno de ellos (que es abogado)  le ofreció alquilarle un departamento si no denunciaba a su hermano”.

EL MENOR

Lo transcripto es sólo una parte de los hechos que se volcaron en un debate oral, en  los Tribunales locales.

Hoy, el niño de 6 años, está bajo el cuidado de ese hombre que es su padre y trató a María con una violencia inusitada y por lo que fue condenado.

Es lógico preguntarse si el niño está seguro. Es lógico preguntarse por qué la mamá  no puede siquiera verlo.

Es lógico preguntarse, en manos de quiénes estamos.

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