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UNNOBA, el mejor equipo del semestre

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Días más, días menos, porque el Nocturno se inauguró a finales de diciembre y el Apertura finalizó apenas comenzado julio; UNNOBA se consolidó como el gran equipo de la primera mitad de este 2022 en Liga Deportiva del Oeste, coronándose campeón de ambas competencias y sumándole además la medalla dorada en la etapa regional de los Juegos Universitarios.

En el último Apertura 2022, lo hizo incluso superando la producción que lo llevó a coronarse en el Nocturno, porque ganó todos y cada uno de los nueve partidos que disputó, con récord de goles a favor y sin recibir ni uno solo en contra. En la final, además, logró ante el mismo Rivadavia de Junín imponer mucho más sus condiciones que en la épica final que se definió por penales, haciendo que la victoria 2-0 se vuelva inobjetable.

«Queríamos mejorar lo hecho en el torneo anterior. Sabíamos que la llegada de Pini (Tamburrini) nos reforzaba, pero a la vez teníamos que encontrarle el lugar para que nos potencie y potencie a las otras chicas. Me acuerdo que en una nota se destacó a Mica (Navone) como la mejor mediocampista central del Nocturno y fijate que con la llegada de Pini tuvo que cambiar su juego, su posición. Ella también tuvo que readaptarse para mejorar el equipo. Uno busca ir mejorando y encontrando los puestos. Consecuencia de todo eso son los resultados. Pero nunca pensamos que íbamos a terminar con la valla invicta o haciendo tantos goles. Tiene que ver también con la seriedad con que se tomó cada uno de los partidos, con la competencia interna que hace que cada una quiera mejorar para jugar. Eso es algo que también hay que transitar, porque todas quieren jugar y no se. En los Juegos Universitarios, por ejemplo, muchas jugadoras que no estaban siendo titulares en Liga pudieron jugar y hacerlo bien. Está bueno todo eso y a la vez el pensamiento siempre es seguir mejorando», señaló el entrenador Diego Carpinella para empezar a explicar algunos de los factores que llevaron a Las Guerreras a superarse incluso cuando a juzgar por tan buenos resultados del pasado inmediato se pudiera pensar que no había margen de mejora.

La referencia del DT a Pini Tamburrini no es casual, porque la ex-Sarmiento no solo se adueñó de la mitad de la cancha en el plano futbolístico, sino que además tomó la voz de mando, el rol de motivadora y el ejemplo de esa deportista incansable que volvió a redoblar esfuerzos incluso cuando poco tiempo antes hasta llegó a pensar que ya no estaba para asumir tales responsabilidades. «Nos propusimos tocar la pelota, no revolearla y creo que lo fuimos logrando en el correr del torneo y en la final. En los entrenamientos enfocamos mucho en eso, jugando en espacios reducidos, tocando de primera, moviéndonos a los espacios. Y lo pudimos plasmar en los partidos. Fue re especial. Tenía muchísimas ganas y cada partido que pasaba, más adrenalina me generaba. Me di cuenta que me hacía falta todo eso, así que muy contenta de volver y encima siendo campeonas«, explicó la mediocampista.

Justamente ella fue la encargada de abrir el marcador en la final con un golazo de media distancia, que le permitió además alcanzar el total de cuatro tantos en el Apertura. ¿Raro? «¡Sí! Yo patee, cerré los ojos y le di. Vi que la arquera había quedado a un costado y dije bueno, pateo. Encima ya había enganchado lindo dos o tres pelotas, así que me dio confianza. Cuando ví que la arquera no llegaba dije, ya está«. Cumplida la misión, Pini, o lo que quedaba de Pini, dejó la cancha con esa sensación de felicidad mezclada con agotamiento que solo quien lo vive desde adentro puede describir. «Me ha pasado varias veces que terminó de jugar un partido toda dolorida y a la vez es un dolor muy satisfactorio. No me importaba nada. El partido tuvo una intensidad que extrañaba y estuve muy agradecida de haberla vivido otra vez«.

Si de acostumbrarse a ganar se trata, la presencia de Jalo Fredes en UNNOBA no se puede pasar por alto. Después de coronarse con Rivadavia de Lincoln, llegó a Las Guerreras para ayudarlas y ayudarse a celebrar dos campeonatos más, aportándole en este último Apertura una faceta goleadora que ella misma desconocía y que, desde su rol de mediocampista, la dejó en la tabla general solo por debajo de Sofía Borsalino, máxima artillera. «Fue un torneo diferente para mí. Nunca me propuse ser goleadora ni nada por el estilo, pero se fueron dando las cosas. A nivel personal estoy muy contenta y satisfecha, porque más allá de los goles traté de cumplir con todo lo que el profe estaba pidiendo, tratando de sumar para el equipo. Lo de los goles fue sorprendente hasta para mí misma, porque soy de asistir, de recuperar, de meter, pero no de hacer goles. Me puso muy contenta poder hacer ese aporte extra», dijo.

Y a la hora de elegir un favorito, agregó: «No sé si favorito por el gol, pero me quedo con el último, el de la final. Porque fue especial, más allá de la final, por estar mi vieja, amigas y gente importante para mí. También por cómo se dio, por cómo veníamos jugando, después de haber abierto el partido con ese tremendo gol de Pini. Con Juana (Garayalde) desde el piso tirándomela para que lo hiciera. Yo cerré los ojos y dije que sea lo que Dios quiera. O la tiro a la mierda o es tremendo gol. Por suerte fue gol. Por todo eso, me quedo con ese gol».

En el otro arco, ese que tantas veces quedó tan lejos del trámite de las acciones, la figura de Rafaela Carbone se veía de todos modos gigante. ¿De equipo grande es que le dicen? Porque la Uno Guerrera no se permitió fallar cada vez que le tocó intervenir y, en colaboración con Véronica Mc Cormick, que la relevó en el partido de fase de grupos ante BAP, terminó consumando una valla invicta histórica. «El torneo pasado fue muy importante por la forma en la que dimos vuelta la final. Fue muy emocionante y estuve como una semana festejando. Este fue una locura por la cantidad de goles que hicimos, porque no nos hicieron ninguno. Eso también es una locura, porque si bien siempre tuvimos una defensa increíble, las chicas se pasaron. La seguridad que me dan es increíble. Hubo partidos en los que he tenido que aparecer nada más que en dos pelotas, incluso menos. Ahí te juega un montón la cabeza, porque está ese miedo de pensar si me hacen un gol ahora con qué cara las miro a las chicas que están dejando todo en la cancha. Siempre siento que les tengo que dar un poquito más. Se entregan tanto al equipo que siento que no las puedo defraudar», manifestó.

Y agregó: «Para UNNOBA es la primera vez con arco invicto. Y nos tocó la zona más difícil, porque Sarmiento es un equipo muy difícil al que nos costó encontrarle la vuelta. Tuvimos a BAP. Tuvimos a Pinto que terminó ganando la Copa de Plata. Nos tocaron todos. A nivel personal, en la final hubo un momento, creo que cuando Melina (Garialdi) acomodó para pegarle al tiro libre, que les dije a las chicas dale que terminamos en cero, algo así. De limadita nomás. No sé si era un objetivo, pero sí me planteaba qué bueno sería terminar el torneo sin recibir ningún gol«.

En un equipo como el que Diego Carpinella supo consolidar, la elección arbitraria de protagonistas será siempre injusta, porque del entrenador para abajo no hay integrante del plantel que no entienda que es en el grupo donde Las Guerreras encuentran su mayor fortaleza. «Es que de hecho hay muchas jugadoras que ni yo sé si son titulares o suplentes. A Mery Guzmán, por ejemplo, le ha tocado salir algunos partidos porque consideré que con otro estilo de juego nos estaban saliendo las cosas. Así como le tocó estar en otros partidos. Creo que encontrar una forma de jugar es fundamental. Cuando necesitamos tener la pelota, sé que Mery te lo puede aportar. Y a la vez no podemos desarmar una estructura. Cuando llegaron las jugadoras que nos reforzaron desde el torneo anterior, lo primero que les dije es que nosotros teníamos una estructura, un estilo que ellas tenían que potenciar. El grupo es fundamental porque todas lo entienden. Cami Azcurra venía de ser campeona y titular, de jugar desde hace un montón de años de titular, siendo referente, y en algunos partidos le tocó estar en el banco. Se que no se van a quedar contentas, pero todas priorizan el grupo, el rendimiento del equipo. Yo tengo que tomar decisiones para el bien del equipo y eso ellas lo entienden y lo ven. No hay preferencias. La que veo mejor, juega», resaltó el DT.

«Mientras más pase el tiempo, manteniendo las jugadoras que tenemos, más lindo va a ser el juego. Las chicas que entran desde el banco aportan a la misma idea, no es que baja el rendimiento. El partido contra BAP, por ejemplo, atajó Vero porque yo estaba con fiebre. Y la que juega deja todo por el equipo. Desde el banco se alienta y se desea lo mejor. Después tenés a chicas como Lupe (Bellome), como Mariana (Burgueño), que no pueden ir a entrenar y están también ahí alentando desde afuera en los partidos. Eso es lo lindo. Yo más que como equipo nos veo como grupo y eso es lo más lindo que tenemos», explicó Rafi Carbone.

Para que la adaptación a ese grupo sólido que tienen Las Guerreras fuera incluso más fácil para Pini Tamburrini, una de las últimas en llegar, pudo hacer jugar a su favor la complicidad con jugadoras que desde hace tiempo conoce del hockey del Club Social y que ahora también están más que afianzadas como futbolistas. «Con Feli (Gil) yo ya sé los movimientos que va a hacer, cómo va a venir a buscar la pelota. Incluso sé para qué lado va a salir, entonces trato de darme maña y darle la pelota para que le quede más cómodo el escape. Gracias a Dios podemos conectar así. Con Mica (Navone) lo mismo. Incluso nos reíamos porque hay una foto en la que ella me está marcando justo el espacio con el dedo para que se la pase. En hockey nos pasa lo mismo. Yo me tiro para el lado de ellas porque sé que conecto más, por más que una quiera llevar el partido hacia las dos bandas», explicó.

LOS JUAR, UNA COMPLICACIÓN QUE SE CONVIRTIÓ EN ALEGRÍA Y MOTIVACIÓN

Para que no hubiera dudas sobre su gran presente, UNNOBA tuvo que viajar rumbo a Tandil para jugar los JUAR días después de disputar un partido tan importante como desgastante como las semifinales del Apertura ante Sarmiento; para volver y tener que afrontar dos días después la final ante Rivadavia de Junín. El pleno de victorias en cuatro partidos de tanta trascendencia hasta pareciera hacerlo ver sencillo; pero hubo mucho trabajo silencioso para que el final se cuente feliz.

«Nosotros tratamos de utilizar las circunstancias a favor. Pero si me das a elegir una situación similar en el futuro, te digo que no quiero. Nos salvó que no hubo lesiones, nadie que termine extenuada. Pero corrimos riesgos. Y antes de los JUAR habíamos jugado contra Sarmiento, que te demanda una exigencia desde lo físico y lo futbolístico muy grande. Las jugadoras tuvieron que transitar un montón de tensiones, porque tuvieron un partido decisivo contra Newbery (clasificatorio a la Copa Federal), que más allá de cómo se dio sabíamos que si perdíamos no entrábamos a la Copa. Después vino el partido de Sarmiento, que si perdíamos nos quedábamos sin final. Los Juegos Universitarios, que cada partido perder significaba volverse a casa. Y después la final con Rivadavia. Fue una carga de tensión constante, que terminó de manera ideal. Pero podía haber terminado mal. Por suerte pudimos usar cada partido como motivación para el siguiente», señaló Diego Carpinella.

«Veníamos cansadas, pero Diego nos manejó muy bien la cabeza ya desde la semifinal previa contra Sarmiento. Teníamos que jugar ese partido, los partidos de la semana en los JUAR y después esta final con Rivadavia. Eran todos partidos que teníamos que ganar sí o sí. Yo empecé a pensar en la final con Rivadavia el jueves previo cuando llegué a mi casa desde Tandil. Pero cada tanto se me venía. El miércoles que tuvimos descanso allá era pensar tenemos que jugar mañana contra La Plata y tenemos que ganar y tenemos que jugar el domingo contra Rivadavia y tenemos que ganar. No lo dije, pero pensé en la posibilidad de perder esos dos partidos y hubiese sido terrible. Por suerte nos salió todo bien, más no podemos pedir«, confirmó Rafaela Carbone.

UN EQUIPO QUE CONTAGIA

UNNOBA, un equipo que por no pertenecer a un club tradicional no cuenta con ese colectivo de adeptos que se clasifica como hinchas, logró sin embargo contagiar con fútbol a lo largo del Apertura 2022 al punto de llegar a la final con Rivadavia de Junín con mucha banca en las tribunas, ya no solo de parte de la familia y de jugadoras a las que no le tocó formar parte de la convocatoria, sino también por parte de distintos amigxs que se acercaron a alentar, compañerxs de estudios y de otras disciplinas; incluso integrantes de otros equipos de la Liga que se identificaron con la propuesta.

«Fue muy lindo. Cuando yo jugaba en Rivadavia de Lincoln, la gente del club, la familia, las chicas de otras divisiones, se hacían notar mucho. Y acá por ahí no se notaba tanto. Pero en esta final fue increíble, de otro planeta. No sé por qué fue. Al no representar a un club por ahí no tenemos esa hinchada, pero creo que lo importante acá es jugar al fútbol, gustarle al público y tratar de mantener el fútbol femenino en lo más alto. Ese domingo nos sentimos más acompañadas que otras veces y fue muy especial. Gente de otros clubes que nos alentaba, familia, amigos… Y eso que fue una tarde horrible». recordó Jael Fredez.

Si de hinchas de Las Guerreras de la UNNOBA se trata, Rafi Carbone bien puede haber sido la primera, porque empezó a seguir a su hermana Renata desde aquellos primeros torneos para el equipo de fútbol femenino que desde siempre conduce Diego Carpinella. Ya en su rol de jugadora, experimentó en el Apertura su primer torneo sin su mayor referente, que decidió despedirse del equipo como campeona del Nocturno. «Hablamos después de la final de los JUAR contra La Plata y me felicitó después de la final con Rivadavia. Para mí es súper raro que no esté, porque jugué siempre con ella. Desde los torneitos en el pueblo hasta UNNOBA a donde llegué para jugar con ella. Yo soy hincha de la UNNOBA desde chiquita, por ella. Y en esta última final estuvo bueno todo el ruido. Fueron los chicos de básquet de la UNNOBA, las chicas de hockey del Social, amigas mías del pueblo, amigas de Sofía del trabajo. Muchos también van a otros partidos, solo que esta vez se sumaron haciendo quilombo», dijo La Uno.

COPA FEDERAL EN LA MIRA

Con la experiencia de haber participado ya de su pasada edición y con el convencimiento de que tanto el grupo como el funcionamiento del equipo se fortaleció mucho desde entonces, a no hay en el plantel de UNNOBA quien no se ilusione con poder seguir desafiando límites ahora en una nueva Copa Federal, cuyo inicio está previsto para agosto y cuya etapa final, que junta a los mejores equipos de AFA con los mejores de las ligas nucleadas en el Consejo Federal, se disputaría en noviembre.

«Sin dudas que ahora tenemos una solidez y una seguridad, además de la experiencia de ya haber jugado Copa Federal, que suma como para ir a buscar superarnos. Es un campeonato nuevo, una posibilidad nueva. El grupo es grande pero tenemos que ver con qué jugadoras vamos a contar. Son partidos de ida y vuelta que se juegan con esa tensión de saber que son definitorios. La experiencia sirve para estar más tranquilos o sabiendo que el grupo responde ante estos desafíos», señaló Diego Carpinella.

«Estamos jugando más sueltas y eso nos va a servir. Yo con avanzar más de lo que avanzamos, no es que me conformo porque siempre quiero ganar, pero sí que sería lindo para demostrar lo que mejoramos como equipo. Ahí está el tema. Tenemos un juego más fluido, tratamos de jugar todas las pelotas, de tocar mucho en mitad de cancha. Por ahí antes éramos más directas, con pelotas largas. Y ahora tratamos de dejar de hacer eso. Falta, por ejemplo, que me anime a jugar más yo con los pies, que no estoy acostumbrada. Pero mientras más pase el tiempo, manteniendo las jugadoras que tenemos, más lindo va a ser el juego», dijo Rafi.

Tanto para Pini Tamburrini, que viene de jugar Primera B con Sarmiento, como para Jalo Fredez, que disputó con Rivadavia de Lincoln el clasificatorio de la pasada edición justamente ante UNNOBA, será la primera vez disputando Copa Federal con Las Guerreras, un grupo que como ya se dijo tiene tanto contagio que también las tiene maquinando con esa meta.

«Creo que en el partido contra Newbery para entrar al Federal, del modo en que lo jugamos, igual que el Nocturno pasado y cómo ganamos este último torneo, te re motiva. Estamos muy metidas en todo lo que viene, sabiendo que tenemos que seguir trabajando y entrenando para estar a la altura y disfrutar de lo que viene«, expresó Jalo.

 «A Sofi (Borsalino), Feli (Gil) y Mica (Navone) un día que estábamos comiendo les dije vamos a ganar la Copa Federal. Se me cagaron de risa. Entrar al torneo final con los equipos de AFA es un objetivo que se puede lograr. Yo pensaba que me lo iba a tomar más tranquila, pero la noche antes de la final no dormís. Y después ganás y querés más y más. Más competencias. ¡Y bueno!«, avisó Pini…

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