Control, cabeza levantada, mapa de cancha, conducción y buen pase. Nada más hay que tener los ojos bien abiertos para entender que la región es tierra fértil, que las jugadoras florecen en cada rincón. Valentina Álvarez tiene 18 años y llegó a Junín con Newbery de Rojas para jugar un amistoso contra Independiente. No tardó nada en demostrar cuánto sabe. Pero pese al gran trabajo que desde un año se ha hecho en su club, tanto ella como sus compañeras carecen de la oportunidad de potenciarse en competencias oficiales, porque la liga a la que pertenecen no se ha preocupado todavía en alentar el desarrollo del fútbol femenino.
«Hace más de un mes que volvimos a los entrenamientos y estamos haciendo cuatro días a la semana. Cuando aparece un amistoso ya nos motiva un montón. Las chicas, yo, tenemos muchas ganas de jugar. El club abrió el femenino hace menos de un año y todavía no tuvimos la posibilidad de participar en algún campeonato ni nada de eso. Muchas chicas no han tenido la oportunidad de jugar nunca un torneo. Yo sí porque hace dos años jugaba en otro club, Argentino, que fue el primero que tuvo femenino. Ahí pude saber qué se siente jugar un torneo, también he salido a jugar afuera, en la zona. Ahora, como equipo en Newbery, nunca fuimos a un torneo. Por eso ya salir a jugar un amistoso para nosotras es salir a dar todo«, le contó a Junín24 Fútbol Femenino.
Con Javier Cañete y Marcelo Soto a la cabeza del proyecto, El Aviador de Rojas ha formado una categoría infantil, una juvenil y Primera División. Lo nutrida de cada una de ellas es la prueba más clara de cuántas pibas y pibitas tienen el deseo de jugar. Falta, entonces, que les abran cancha.
«Imaginate que si nos motiva un amistoso, cuánto nos motivaría jugar un campeonato. Aparte porque sabemos que sería algo que nos va a ayudar a mejorar mucho más. Saldríamos con el triple de ganas. Tampoco hay un seleccionado para salir a representar al pueblo. Recién el año pasado bastantes clubes empezaron a abrir fútbol femenino. Si no, nada. Recién estamos empezando», explicó la mediocampista de Las Aviadoras Rojinegras.
No es que Rojas no tenga historia en la disciplina. Jugadoras como Belén Morales y Gata Tisera han sido pioneras y llevado su fútbol por toda la región, integrando incluso grandes equipos que se han formado en Junín junto a otras legendarias como Sonia Bellome, Carolina Biz, Valeria Ghione y Poli Reichenshammer. Y aunque sus 18 años la separen mucho de aquellos tiempos, Valentina Álvarez es también consecuencia de los espacios que se abrieron. «Las conozco a las dos. Todo Rojas las conoce. Muy buenas en el fútbol. Ahora ya no juegan tan seguido. Hace poco jugamos con Gata. Yo las cargo, todo. Pero tuvimos un trato de fútbol más que nada. No es que me conocen hace muchos años», contó.
Como a tantas, a ella le tocó formarse en el barrio, con los pibes. Porque de femenino, nada de nada. Por eso apenas se enteró que se abría la disciplina se anotó. Entre las canchitas y los clubes, el presente demuestra que su aprendizaje fue rápido, aunque asegura que nunca había sentido tanto crecimiento como el del último año: «Todo lo hizo el tiempo. Y los DT que tenemos ahora nos ayudan mucho, nos exigen. Eso te hace aprender muchísimo. Para mí estoy jugando muchísimo mejor de lo que jugaba un año atrás. Creo que fue gracias a ellos y al club. Me están ayudando un montón. Ahora también te encontrás compañeras que recién empiezan a tocar una pelota, pero el cambio que están haciendo es increíble».
Aunque asume con humildad, casi con vergüenza, que con la pelota la tiene clara, cuando toma confianza Valentina Álvarez se reconoce una jugadora importante para que se arme el juego en Newbery. Y ya tiene claro que el fútbol para ella es más que un hobby o entretenimiento. «Siempre me imagino jugando en algún lado. Mi familia me ayuda mucho, me incita a pensar que algún día puedo llegar. Yo me pongo a pensar en todo eso, ya cuando pensaba en la entrevista me emocionaba porque nunca me había pasado. Cada vez lo pienso más, me dan más ganas y me motivo más. Nunca busqué si podía ir a una prueba, ni nada. Pero es algo que me encantaría», dijo.
Y agregó: Soy hincha de River y me encantaría jugar ahí algún día. Pero mi sueño es jugar en Primera, entonces si tengo que ir a jugar a Boca también sería un gran orgullo para mí. Obvio que jugar en River me llenaría el alma, una experiencia hermosa. Tampoco me puse a pensar en fichar con algún club de la zona para ir a jugar en una liga. Creo que si todo sigue así en Rojas, eso en algún momento va a pasar con muchas jugadoras. Pero también ahora con el tema de la pandemia está más complicado. Tal vez también llegue el momento en que el club pueda salir a jugar un torneo de la zona. Hay muchas chicas acá con condiciones. Faltan las oportunidades«.
A la hora de ponerle nombre propio a esas jugadoras que considera tienen las condiciones necesarias para abrirse camino jugando a la pelota, Valentina Álvarez elige a dos de sus compañeras de Newbery, Victoria Roibal y Antonella Centeno; pero también a una de su exequipo Argentino: Jenni Cabral, quien también ha defendido la camiseta de Rivadavia de Lincoln.
Ya a la hora de elegir referencias, la cabeza vuelve a pensar en el club de sus amores. «A mí me gusta mucho Borré. No soy tan delantera, me gusta mucho jugar en el medio campo. Mi mamá me ha dicho que soy más estilo Nacho Fernández. Pero a mí me gusta Borré. Me falta más gol, porque corro, corro y después no la meto, jaja. Me gusta jugar, armar. A veces me canso mucho, porque no estamos tan acostumbradas a jugar en cancha grande. El último partido a mí me gustó, porque siento que tengo más espacio, que juego mejor. Es cuestión de acostumbrarse«.
Por Juani Portiglia
