“Todo empezó a las 7:45 más o menos, cuando salgo para ir a trabajar. Ya mientras preparaba el desayuno escuchaba que estaban podando con la máquina. Pero cuando abrí la puerta para irme, que me iba a encontrar con la gente, trabajando encima de mi camioneta.
Violenta reacción de una cuadrilla abocada a la poda, contra una mujer en Avda. Libertad
De esta manera comenzó explicando a Junin24, Isabel Muñoz Marcos la situación violenta que le tocó vivir la mañana del jueves.
“No digo que estaban parados arriba de la camioneta – explicó-, pero si rodeándola. Estaba quien juntaba las ramas y quien todavía las seguía cortando, y eran lo suficientemente grandes como para dañar el auto”.
Entiende que. “la lógica hubiera sido que golpearan la puerta y avisaran que saque el auto. Hubiera sido lo que corresponde”.
“Abro la puerta, los miro, en ningún momento de manera hostil o agresiva y con un gesto echo con las manos, les pregunto qué estaban haciendo, podando arriba de la camioneta. Que así la iban a rallar”.
“Me miraron – continúa explicando- y ni me contestaron. Eran 5 o 6 personas. Y sólo a uno lo sentí con empatía hacia mi preocupación. Obviamente me fui alterando de a poco mientras me miraban de manera burlona y se me reían en la cara”.
Entonces, “me subí al auto y llamé al 147. Les explico la situación en el momento que delante del auto pasa uno de ellos amenazando con la podadora. Mientras tanto, en el teléfono me derivan a no sé qué sector, me quieren dar un número de whatsapp, les explico que no tengo cómo anotar, además, con los nervios que estaba pasando.”
Ahí, se me acerca quien para mí era el encargado y le dice al chico que estaba siendo empático, vos haceme caso a mí y no a esta loca de mierda. Y los que estaban arriba del camión abrieron la puerta y empezaron a tratarme de vieja loca. Me decían, saca fotos. Se reían, se burlaban. Eran un montón y no podía salir en plena Avda. Libertad. No habían cortado el tránsito, no habían avisado a la gente para que sacara los autos, la gente no podía pasar caminando. Un caos”, añade Isabel.
Para ese entonces, intenta nuevamente comunicarse con el 147, “y me atiende una chica, Verónica, que fue una maravilla. Se preocupó, me dijo que le mandara los videos que tenía grabados, que iba a llamar a quien correspondía y que me llamaría. Y así fue, se contactó Cecilia, que se disculpó, me escuchó. Aunque hoy volví a mandarle un mensaje porque la camioneta terminó rayada y con un par de golpes. Pero ni me contestó”.
A la situación que describió con un relato preciso, Isabel Muñoz Marcos quiso aclarar que “soy apolítica y lo digo porque después van a empezar suponiendo cosas que no son. Vivo al lado de la iglesia del pastor Petrecca, los conozco desde hace una pila de años, son gente de primera, los quiero muchísimo porque son muy buena gente”.
Más allá de la aclaración, sí destacó que lo que me ocurrió ayer no puede ser. No pueden seguir trabajando así o hay que capacitarlos. Viví una situación horrible pero «quiero volver a destacar es el trabajo de Verónica. Amable, empática. Se preocupó. Llamó a quien debía. Un lujo esa chica”, acotó para insistir en que “esto tiene que saberse. No pueden pasar estas cosas”, concluyó.