Por: M. Victoria Muffarotto, Abogada. Concejal Unidad Ciudadana. Integrante de la Comisión de Familia, Niñez, Adolescencia y Género.
Días pasados en nuestra ciudad se han sucedido varios hechos delictivos, entre los cuales nos llaman más la atención los que atentan contra la integridad física y sexual de la mujer: casos de abusos, violaciones, agresiones, hasta muertes.
En la opinión pública se llegó a plantear el debate de si estos tipos de delitos contra la integridad física y sexual de la mujer podrían considerarse hechos fortuitos y aislados, imposible de prevenir o si por el contrario el Estado podría intervenir con un accionar protectorio, evitando o disminuyendo estos sucesos lamentables.
Es, al menos, preocupante que estos cuestionamientos se sigan dando en nuestra sociedad y en los tiempos que corren. A partir del año 2015, cuando un colectivo multitudinario de mujeres de todas clases sociales colmaron las calles del país, a modo de protesta social, con la consigna NI UNA MENOS, visualizando las problemáticas del género, estos interrogantes ya se encuentran saldados o al menos deberían.
Cualquier acto de violencia contra una mujer, no solo física, sino psicológica, sexual, laboral, económica, patrimonial, simbólica, domestica, expone al Estado incumpliendo las obligaciones derivadas de la Ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar todo tipo de violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollan sus relaciones interpersonales.
Es justamente el Estado, en todo sus estamentos, (nacional, provincial y municipal) el RESPONSABLE y el que debe velar por ello a través de políticas públicas de género concretas.La violencia de género se puede disminuir y hasta prevenir, pero para ello se necesita información, capacitación, difusión y control, es decir, implementación de verdaderas POLITICAS PÚBLICAS DE GÉNERO conjuntamente con FINANCIAMIENTO.
Por el contrario, vemos como año tras años, a través de sus presupuestos, el gobierno actual desfinancia y desmantela los distintos programas u organismos relacionados a la implementación y difusión de estas políticas. Más que nunca necesitamos un Estado presente, con perspectiva de género capaz de INVERTIR en verdaderas y efectivas políticas a largo plazo.
Es por ello que en el ámbito local le solicitamos al Sr. Intendente que replantee las políticas llevadas a cabo por la Secretaria de Genero de este municipio ya que no queremos clases de zumba, ni cursos de maquillajes, ¡VIVAS NOS QUEREMOS!