Walter Urbiela, quien tras dar muerte a su mujer se quitó la vida, tenía condenas previas y una orden de restricción vigente, si bien la pareja había solicitado al Juzgado de Familia que fuera levantada la medida, a pesar de la oposición de los hijos mayores de edad que tenían en común.
Walter Urbiela tenía condenas previas y una orden de restricción vigente
La información fue brindada por la fiscal en la que recayó la causa, Dra. Vanina Lisazo, y que con la muerte de Urbiela, se extinguió, más allá que se sigue trabajando en la recepción de pericias y el análisis de las mismas, hasta que se cierre la IPP.
Cabe agregar con respecto a lo peticionado tanto por Claudia Leguiza como por Urbieta ante el Juzgado, que había sido rechazado sobre todo porque se tuvo en cuenta la posición de los hijos ante el riesgo de que se repitan nuevos hechos de violencia en caso de llegar a una nueva etapa de convivencia.
La autopsia
Respecto del resultado de la autopsia practicada en el cuerpo de la víctima, de 47 años determinaron que presentaba múltiples fracturas y heridas cortantes en los brazos, propias del llamado mecanismo de defensa y la causa de muerte un gravísimo traumatismo de cráneo producido por un elemento contundente.
Tal como se había informado, coincide con que para agredir a Leguiza, Urbieta utilizó un fierro que fue secuestrado en el marco de la investigación.
Confirman la identidad de Urbieta
El sábado último por la mañana, funcionarios policiales abocados a la búsqueda y detención de Walter Urbieta habían encontrado, a la vera de la Ruta Provincial 65, entre las localidades de Fortín Tiburcio y Ascensión, un cuerpo calcinado y a su lado una moto.
Si bien todo hacía suponer que se trataba del homicida, la justicia debía confirmarlo.
Y se logró a través de la autopsia, el registro de sus huellas dactilares, un par de anteojos hallados en el lugar y reconocido por uno de sus hijos.
La colaboración de Sarmiento
En diálogo con medios de comunicación, la Dra. Vanina Lisazo, resaltó la colaboración de las autoridades del Club Sarmiento a la hora de dar con el paradero de Urbieta, quien se había fugado tras asesinar a su mujer.
Vale recordar que el hombre de 48 años era el chofer del colectivo utilizado por la entidad deportiva.