Mientras los políticos juninenses siguen más pendientes de ver si escribimos tal o cual cosa sobre ellos, sin permitirse ni siquiera un segundo para el sentido del humor, un grupo de pesca se encargó de ponerse al hombro alta movida solidaria.
Sí, como escuchó. No un partido, ni un grupo militante. Un grupo de pesca se encargó de colaborar con una familia que llegó desde Arrecífes a Junín y que se encontraba en situación de calle.
Habrá entre ellos alguno más afín al modelo nacional o popular, otro que piense que sería un gran error volver al pasado e incluso alguno que crea, lisa y llanamente, en la necesidad de abolir el Estado. Todas discusiones, sin embargo, que terminan cuando sacan la caña del agua.
«Entre ayer y hoy juntamos una alacena, chapas, cuchetas, unas mesitas, sillas, ropa. Después compramos mercadería, verdura, polenta, arroz, puré de tomate, caramelos. Hasta juguetes», le contó a Junín 24 Fabián Franco, de la agrupación Viva la Pesca.
«Estábamos en un momento en que teníamos que tomar decisiones. No sabemos bien cómo terminamos en Junín. En Arrecífes teníamos un comedor, concurríamos a una iglesia evangélica y empezamos a recibir amenazas. Ahora estábamos pasando frío, hambre, imagínese lo que es como padre», contó Fabio sobre la situación suya, de su mujer y sus seis hijos.
La familia tampoco recibió el apoyo del municipio. «Fuimos a la oficina de Bienestar Social. Nos dijeron que nos teníamos que volver a Arrecífes, que no podíamos quedarnos en Junín. Nos querían pagar los pasajes», concluyó.
Por Juani Portiglia
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