Yoseli Cabral es una de las tres toldenses que se sumaron a Ambos Mundos para jugar el próximo Torneo Nocturno que ahora sí fue confirmado por la Liga Deportiva del Oeste y comenzará el 8 de febrero. A ella, Anabella Rodríguez y Victoria Yague hay que sumar también a Damaris Rodríguez, que ya se encontraba en el equipo y que fue partícipe necesaria para que hoy por hoy sean cuatro las representantes de General Viamonte en Las Itálicas.
«Acá en Los Toldos estábamos paradas. Yo lo único que hacía era salir por cuenta propia a correr y le metía gimnasio. Como se cortó el fútbol, vinieron Ana (Rodríguez) y Vicky (Yague), compañeras acá de Coliqueo, y me dijeron si me quería ir a probar. Dudé por los nenes, pero lo hablé con mi mamá y fui. Si no nunca fui de salir afuera a jugar. Cuando sos madre es todo un tema. Por suerte mi familia siempre me apoya en lo que yo quiero hacer. Damaris estaba desde antes y Ana ya estaba entrenando también. Fuimos, nos hicieron hacer algunos trabajos y después nos avisaron que les gustábamos y nos querían ahí en el equipo«, le contó a Junín24
El lunes que pasó, ante UNNOBA, para Yoseli Cabral fue su primer partido amistoso de pretemporada con el equipo cuando casi no había tenido entrenamientos. Una situación nada sencilla por la lógica falta de conocimiento con sus compañeras, pero que sin embargo resolvió con destellos que invitan a ilusionarse con que será un refuerzo de mucho valor.
«Recién me estoy conociendo con mis compañeras, recién me estoy hallando. Es otro modo de jugar. Ya van a notar cómo juego en realidad. acá en Los Toldos, en Coliqueo, soy una de las cabezas del equipo, más allá de la capitana que es la dos. Ojalá que le sirva a Ambos Mundos. Las chicas re copadas, los profes geniales. Fuimos a jugar el amistoso con UNNOBA cuando si bien nos habían visto entrenar, no nos habían visto jugar», remarcó.
Y sobre las posiciones en las que cree que puede ser útil a las necesidades del cuerpo técnico de Las Itálicas, agregó: «Siempre jugué de carrilera, pero desde hace dos años estoy jugando de cinco en Coliqueo. En el entrenamiento hicimos un reducido y me paré un poquito más atrás. No tengo mucho problema con la posición. En defensa, horrible. Pero de mitad de cancha para arriba juego donde sea».
Yoseli Cabral tiene una enorme identificación con Ignacio Coliqueo, club en el que pasó los últimos cuatro años. Sin embargo, y pese a que costó la partida, tomó la decisión de probar suerte en la Liga Deportiva del oeste debido a que la actividad en Los Toldos todavía tiene el freno de mano puesto.
«La pandemia obviamente cortó el fútbol, pero siempre me mantuve entrenando en casa, cada vez que podía salir a trotar salía. Después empezaron los picaditos con las chicas y todo eso. Coliqueo, desde que yo estoy, siempre apostó por el fútbol femenino. Por eso me quedé ahí, porque estamos tranquilas. Íbamos a entrar a la Liga de 9 de Julio y no pudimos por la pandemia. Teníamos todas las ganas, porque nunca habíamos salido a jugar más que un relámpago. Acá todavía no le dan mucha bola a formar liga», comenzó explicando.
Y siguió: «Ahora tenemos que hacer el tema del fichaje con Ambos Mundos. Como yo le dije al profe, mi intención es jugar el Nocturno. Después, depende lo que haga Coliqueo es lo que yo voy a hacer, porque es el club que me dio un montón de oportunidades y eso no es poco. Eso se valora. No voy a dejar mi club, pero si se da tener mejores oportunidades en otro lado, como esta de jugar el Nocturno, las voy a aprovechar. Pensé más en darme un gusto personal, porque si pensaba en el club capaz que no lo iba a hacer».
La toldense dijo que trata de vivir el día a día con naturalidad a medida que se acerca la fecha de inicio del que será su torneo presentación en el fútbol de Junín, porque caso contrario siente que la perjudicarían los nervios. Es consciente, además, de que las cosas no salieron bien la última vez para Las Itálicas, pero confía en que hay equipo y cuerpo técnico como para revertir aquella imagen.
«Intento relajarme y salir a jugar como si se tratara de un partido más. Lo que quiero es poner la cabeza en el juego. Sabía que no les había ido bien en el último Nocturno, pero no que no habían tenido a La China (Silvana Martínez), por ejemplo, que juega un montón. O a Valentina. Nosotras en Coliqueo tal vez no tengamos un gran equipo, pero son tantos años jugando juntas que un montón han mejorado mucho. El tema de que las jugadoras cambien mucho de equipo es un bajón porque es como que siempre tenés que estar volviendo a empezar, a conocerte«, explicó.
Además, se refirió a la durísima competencia que el sorteo de los grupos le deparó a un club necesitado de revertir frustraciones del pasado, emparejándolo con las campeonas de Rivadavia de Junín y Villa Belgrano: «Se que vamos a tener unos rivales que no la paran. Pero nosotros tenemos un grupo genial. Tal vez falta que a las chicas las hablen, que las orienten no tanto desde afuera sino desde adentro de la cancha. Micael (Raies) y Franco (Boaglio) quieren agarrar el Nocturno y hacerlo pedazos. Yo quiero demostrar lo que hago acá en Los Toldos, que es jugar por amor al fútbol«.
LA REVOLUCIÓN TOLDENSE
Decir fútbol femenino en Los Toldos no es lo mismo hoy que hace dos años y mucho han tenido que ver con ello Sofía D’Ambrosio, Brunella Gutiérrez y Sofía Nieves, las tres representantes del pueblo que disputaron la Primera B de AFA con Sarmiento. Allá sí, la amplia mayoría de las jugadoras entendieron lo que no todas entendieron en Junín: si a sus coterráneas les iba bien, les iría mejor a todas.
«Lo de las chicas de Sarmiento, especialmente lo de Sofía (D’Ambrosio) que acá en Los Toldos es Messi (NdR: acá en Junín también) hizo que se le empezara a dar mucha más atención al fútbol femenino. Acá antes había dos fotógrafos que por ahí difundían, pero no era tanto. Vos ibas a jugar un partido y estamos las jugadoras, dos o tres familiares y nada más. Allá se puso más lindo, te copa más entrar a la cancha y ver que hay gente mirando de afuera. Te dan más ganas, más energía», remarcó.
Y agregó: «Yo a Sarmiento lo sigo desde que empezaron las chicas. Siempre me estaba informando. Y ya después cuando estaban jugando para ascender a la A se volvió furor, levantó mucho. Acá en Los Toldos estuvo buenísimo eso. Con Sofía D’Ambrosio compartí Coliqueo, también un seleccionado toldense para salir a jugar afuera. Y cuando éramos más chiquitas también. Es buenísima, excelente persona. Muy tranquila, cero problema, cero patada de más».
Es precisamente en ese punto que a Yoseli Cabral se le genera una doble sensación. Por un lado se convence y le da satisfacción saber que, casi con nada, Los Toldos ha formado y sigue formando a grandes jugadoras. Por otro lado, lamenta que esas mismas jugadoras tengan que irse del pueblo para encontrar competitividad. «Justo después de volver del amistoso estuve charlando con mi mamá, que siempre me pregunta cómo me fue… Yo le digo, qué loco que tenga que viajar a Junín a mostrarme sabiendo que tenemos una liga acá, que tenemos buenas jugadoras, porque hay muchas. Que no se haga nada… Pero bueno, es lo que toca».
EL CAMINO RECORRIDO
De la nena que se escapaba de las prácticas de handball a la canchita de enfrente para jugar al fútbol con los nenes, a la mamá de tres hijos que hace malabares para darse el gusto de poder jugar el próximo Nocturno con Ambos Mundos, han sido muchas las experiencias de Yoseli Cabral con la pelota en los pies. Incluso una frustrada prueba en River que no la hizo bajar los brazos. Es que es tanta la pasión que ya está pensando también en formar a las más chiquitas y, apenas se haga el tiempo, en hacer el curso que la convierta en DT.
«Sin el apoyo de mi familia yo no podría estar jugando hoy. Tengo la suerte que me bancan. Antes que yo tuviera a los nenes, a mi mamá mucho no le gustaba que jugara. Desde que tengo uso de razón me mandaban a jugar al handball. Recién a los 12 años empecé a jugar a la pelota. En el barrio, mi mamá me mandaba a handball y me acuerdo que yo me escapaba a la canchita de fútbol que estaba ahí nomás. Era la única mujer jugando entre todos los varones», comenzó a recordar.
Y los recuerdos se fueron sucediendo como ráfagas en la película de su vida futbolera: «De ahí me vio Miguel Gómez, que en ese momento era DT. El segundo que armó fútbol femenino acá, después de Chita Laurens. Fue sacar permiso con mi mamá, pedirle por favor y me quedé con él hasta que fui un poco más grande. Me fui a Defensores, después se armó Alsina, que también lo armó Gómez y me llevó. Después estuve embarazada y al tiempo me vio Coliqueo. Ahí quedé. Lo lindo ahora es que vas a clubes en los que hay nenes y nenas entrenando a la par. Nosotras no tuvimos esa posibilidad. Por eso siempre destaco la importancia de mi primer DT, Miguel, porque fue el que me formó en la cancha y como persona. Siempre me enseñó lo que estaba bien y lo que estaba mal. Siempre las palmas de aliento y nunca pedir ni discutir«.
Tanto y tanto andar, cualquiera que hoy juegue al fútbol en Los Toldos sabe quién es Yose, que con 27 años todavía tiene también mucho camino por delante. Y muchos proyectos por venir. Bienvenida al fútbol juninense.
Por Juani Portiglia