El Ministerio de Educación de la Nación, por medio de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), junto con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) aprobaron de forma unánime el Protocolo Marco y los lineamientos generales para el retorno a las actividades académicas presenciales en las universidades e institutos universitarios una vez que la situación epidemiológica por el coronavirus lo permita.
El Protocolo que habilitará el regreso a las aulas en el ámbito universitario se basa en criterios sanitarios y de higiene, salud y seguridad, así como también de organización académica y pedagógica.
El mismo establece acciones preparatorias y un monitoreo constante de las actividades y es el resultado de un proceso consensuado y de amplia participación en el que se consideraron los aportes de especialistas, universidades, centros de estudiantes, sindicatos, entre otros, en base a un documento elaborado en conjunto con el Ministerio de Salud.
El Protocolo Marco constituye un piso mínimo de requerimientos sobre los cuales cada institución podrá definir criterios específicos que se adapten a las particularidades de las actividades que realizan.
También contiene los lineamientos generales que encuadran y complementan los objetivos sanitarios y de seguridad deseados.
Al respecto, el titular de la cartera educativa nacional, Nicolás Trotta, indicó: «El compromiso del cuidado de la salud es nuestra prioridad. Creemos que la construcción del regreso a la presencialidad demanda de profundos consensos de toda la comunidad educativa. La decisión del regreso físico a las aulas será tomada por cada rector y rectora una vez que la situación epidemiológica de cada región así lo permita y se garanticen las condiciones sanitarias establecidas en los protocolos».
Por su parte, el secretario de Políticas Universitarias, Jaime Perczyk, celebró «la aprobación del instrumento colectivo que nos permite planificar el regreso» y sintetizó tres objetivos alcanzados: «Hemos logrado preservar la salud de nuestras y nuestros estudiantes y docentes al momento de suspender la presencialidad».
«También, logramos sostener el derecho a la educación pudiendo brindar un primer cuatrimestre en el que las y los jóvenes universitarios han accedido a clases virtuales. Por último, garantizamos la calidad académica para 2.200.000 de alumnas y alumnos», añadió.
Entre los lineamientos generales para la reapertura de clases presenciales, se destacan:
- Establecer criterios de implementación de protocolos en las universidades e institutos universitarios según la situación o fase epidemiológica que transita.
- Generar en cada institución un plan en conjunto con la comunidad educativa para evaluar posibilidades de implementación.
- Resguardar a los grupos más impactados por la pandemia a fin de disminuir desigualdades.
- Profundizar el vínculo y la comunicación entre los sectores de salud, educación y desarrollo social como así también con los municipios para resolver problemas territoriales específicos.
- Optimizar la infraestructura sanitaria en cada una de las casas de estudio.
- Eliminar la realización de actividades masivas presenciales. (NA)