En su primer acto como precandidato a presidente, Alberto Fernández insistió en la unidad en medio de las reticencias de Alternativa Federal y de la reclinación de las campañas de Felipe Solá y Agustín Rossi: «Saldremos a convocar a todos, olvidémonos el tiempo que cada uno tiraba para su lado, tiremos juntos. Es un futuro con Alberto, es un futuro con Cristina, es un futuro con todos».
«Tenemos que dejar de mirarnos el ombligo y empezar a convocar a todos”, reclamó y argumentó que “la Argentina que se viene necesita de todos».
«Quiero que demos vuelta la página que hay que construir el país que se ha destruido, es el país nuestro, es el país de nuestros hijos y de nuestros padres», indicó.
Sin embargo, se mostró esperanzado al aseverar: “A este problema yo ya entré y salí. Sé que calles hay que transitar para salir de este problema. Lo saben todos los que estuvieron conmigo en esos años porque todos tuvieron que hacer su aporte para ayudarnos a salir de ese problema».
De cara a esta campaña, analizó: «A nosotros no nos puede pasar desapercibido que perdimos tres elecciones seguidas y que hay algo que no estamos sincronizando con alguna parte de la Argentina«.
Luego reformuló el clásico «vamos a volver» al declarar en Santa Cruz: «Me encanta la consigna ‘vamos a volver’ porque nos llena de fuerza y ganas y se necesita mucha fuerza para convencer a otros argentinos. Pero, ¿para qué vamos a volver? Vamos a volver para ser mejores».
«Tenemos que sumarle el ‘ser mejores’”, insistió y agregó en medio de risas: “Alguno que sepa de jingles, ocúpese». En el mismo sentido, apuntó contra el Presidente: «La verdad que ser mejores que Macri no cuesta nada. El desafío está en ser mejores de lo que fuimos, definitivamente».