El presidente Alberto Fernández ponderó la unidad del peronismo y pidió que «nunca más volvamos a dividirnos», al cerrar frente a una multitud en Plaza de Mayo los festejos por su asunción en la Presidencia.
«Nunca más vamos a dividirnos. Nos dijeron que no volvíamos más. Pero este año volvimos y vamos a ser mejores», aseguró Fernández en el cierre de su discurso de poco más de 10 minutos, que fue precedido por las palabras de su vicepresidenta Cristina Fernández.
Al trazar las principales líneas de su Gobierno, y recuperando los dichos de su vice, el Presidente señaló que «no tengo duda lo que represento, sé bien que la política es contradicción de intereses, y sé a quiénes estamos representando: a los que sufren, que se quedaron sin trabajo y sin escuela».
Además, Fernández frenó los insultos contra el Presidente Mauricio Macri que llegaban desde la tribuna, y señaló que «al pasado más reciente recordémoslo. Es un sistema político que solo favorece a unos pocos y castiga a las mayorías populares. Es un sistema que empobrece y trae miserias».
«Al pasado de aquí en más lo recordemos para no repetirlo, porque el tiempo que se inicia es un tiempo distinto», insistió el Presidente, al tiempo que sostuvo que «lo importante es que en esta plaza estoy yo, está Cristina, unidos para poner a la Argentina de pie. Aprendimos que con nuestra división ellos se hacen fuertes. Por eso nunca más vamos a dividirnos».
Fernández señaló que el peronismo es «un movimiento político que nació para ser solidario con el prójimo. Los que hoy la están pasando mal, los que se quedaron sin trabajo, los que cayeron en la pobreza, los chicos que no pueden ir al colegio, ellos serán los únicos privilegiados en la Argentina que hoy se inicia».
«Vamos a ser la mejor epopeya: vamos a unir nuestro esfuerzo para que nunca más falte un plato de comida. Saber que hay un argentino pasando hambre es algo que debe avergonzarnos», indicó.
En consonancia con su discurso ante la Asamblea Legislativa, Fernández repitió que «en la Argentina que se viene se terminaron los operadores judiciales, los de inteligencia y los linchamientos mediáticos que todos los días soportamos».
En el inicio de su discurso, además, recordó cómo conoció a los expresidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández. «Siempre le voy a dar gracias a Dios porque un día me cruzó en el camino a Néstor Kirchner», dijo.
«Jamás pensé que mi vida iba a cambiar como cambió, que iba a ser protagonista de la más maravillosa aventura que puede vivir un líder político, que es levantar a un pueblo de la destrucción», sostuvo Fernández, y completó: «también le agradezco a Dios que me haya cruzado con Cristina. Hoy estamos todos unidos y decididos a poner la Argentina de pie».
