Los incendios forestales no dejan de alarmar y sorprender a los argentinos. Mientras se intenta controlar el fuego en miles de hectáreas en La Pampa y resurgen algunos focos en Río Negro, la provincia de Mendoza aparece también entre las regiones en alerta por el avance de las llamas en diferentes zonas de la geografía local: en lo que va del año más de 140.000 hectáreas han sido afectadas, siendo enero el mes con mayor cantidad de focos del último quindenio, con 33 episodios. De ahí también la importancia de la toma de conciencia a la hora de hacer fuego para hacer asados o limpiar malezas, sobre todo en campos secos, más allá del altísimo impacto que tienen las tormentas eléctricas y las altas temperaturas.
De esta manera, los brigadistas locales, bajo la coordinación del Plan Provincial de Manejo del Fuego (PPMF), a tono con las disposiciones nacionales, se encuentran trabajando contrarreloj para disminuir los efectos de las llamas.
«Estamos teniendo casi la misma cantidad de incendios que en La Pampa. Las condiciones están extremas en todo el territorio, son focos de gran magnitud y las condiciones no acompañan. Pedimos a la población que tome todos los recaudos. Por ejemplo, que evite realizar fuegos en la zona del piedemonte y a los productores que cumplan con la limpieza de las picadas cortafuegos exigidas por ley», expresó Guillermo Ferraris, coordinador del PPMF, quien aseguró que por estas horas hay 10 focos activos, sobre todo en las comunas de Santa Rosa, La Paz, San Rafael y General Alvear, afectando a 82.800 hectáreas, situación que va en aumento. Entre los sitios afectados se encuentran Campo La Argentina y Campo Fátima, en Santa Rosa, a unos 10 kilómetros de la Reserva Natural de Ñacuñán, que protege más de 12.000 hectáreas de bosque nativo de algarrobo. Entre ambos focos hacen un total de 26.000 hectáreas afectadas y el fuego se encuentra descontrolado, con reencendido de campos. En estos sitios trabajan brigadistas, una camioneta 4×4, una autobomba forestal 4×4 del Plan Provincial de Manejo del Fuego, una motoniveladora del Servicio Nacional de Manejo del Fuego y un helicóptero del Sistema Nacional de Manejo del Fuego.
Por su parte, según informaron desde el PPMF, el pronóstico meteorológico específico para esta área es de «condiciones meteorológicas muy peligrosas para el combate de incendios, con rotación de viento de Norte a Sur, con importante incremento de su intensidad, además de tormentas con actividad eléctrica».
Los datos oficiales son contundentes y muestra la preocupante realidad en la tierra del sol y del buen vino: durante todo el 2016 se produjeron casi 200 incendios, la mayoría de ellos intencionales, según reveló el diario local El Sol. La gran porción de siniestros se produjo en los departamentos de General Alvear y San Rafael, en el sur provincial.
En los últimos meses, La Pampa y Buenos Aires han sido las provincias con mayor cantidad de focos ígneos, superando el millón de hectáreas afectadas, según un informe de Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). De hecho, en las últimas horas se intentaba controlar la totalidad de los siniestros en la primera provincia, mientras que en la segunda habían aparecido nuevas zonas con incendios forestales. El director del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), Guillermo Barisone, explicó este lunes que al momento sólo queda un foco de incendio forestal activo en La Pampa, situado en las rutas 154 y 35, el cual compromete una extensión de 17.000 hectáreas. «Ahí están trabajando brigadistas del plan provincial de La Pampa y hay dos brigadas del Servicio Nacional de Manejo del Fuego del Ministerio de Ambiente, que depende del ministro Sergio Bergman», aseguró Barisone.
Según explicaron desde el Gobierno de Mendoza, la provincia adhiere al Plan Nacional de Manejo del Fuego desde 1996, a través del Plan Provincial Manejo del Fuego, autoridad de aplicación, a través de la Dirección de Recursos Naturales Renovables, bajo la premisa de promover y gestionar políticas de Manejo del Fuego en los ecosistemas, contribuyendo al Desarrollo Sustentable en el marco de la política Ambiental.