Con la decisión consumada del gobierno de Mauricio Macri de desligarse de la discusión salarial docente, este lunes comenzará la paritaria del sector en la provincia de Buenos Aires. Ya sin la guía de la paritaria nacional docente que no fue convocada por el ministro Esteban Bullrich y que año a año marcaba el piso por debajo del cual no podía cobrar ningún docente, la gobernadora María Eugenia Vidal intentará marcar el rumbo a seguir a las demás provincia.
Desde la provincia de Buenos Aires ofrecerán un aumento del 18% en línea con la meta inflacionaria del 17% prevista en el Presupuesto 2017. Y desde los gremios ya advirtieron que no lo aceptarán. Reclaman una mejora salarial del 35%.
«No vamos a negociar salarios de hambre» advirtió Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba). En la misma línea desde la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) adelantaron que ese porcentaje es insuficiente porque el incremento que pretenden no sólo debe prever la inflación futura, tal como impulsa el macrismo, sino que tiene que recomponer la pérdida del poder adquisitivo del salario sufrido en 2016 a raíz de la desbandada de la inflación.
«El salario debe recuperarse de la merma que sufrió el año pasado» advirtió Mirta Petrocini de la FEB y completó: «El porcentaje que ha dejado deslizar el Gobierno a través de los medios de comunicación está muy lejos de la pérdida salarial que hemos debido soportar en los últimos meses, a la que se le suma el anuncio de nuevos aumentos tarifarios». En los gremios hablan de un piso de aumento del 30%. Aseguran que tienen que recuperar 10 puntos perdidos en 2016 y anticipan, según los cálculos más optimistas, una inflación del 25% para este año.
Los gremios cargaron además contra la negativa del gobierno de Macri de abrir la paritaria nacional docente tal como obliga la Ley Federal de Educación desde 2005. «El Estado debe garantizar un piso salarial para todos los docentes del país. Si eso no se hace, estamos volviendo a los ’90, cuando cada provincia pagaba los sueldos que podía sin ayuda del poder central. Estamos preocupados por el desconocimiento de la paritaria nacional docente por parte del Gobierno», aseguró en ese sentido Baradel.
«No podemos sentarnos con una desventaja salarial de 6 meses. El Gobierno debe tenerlo en cuenta y aceptar que nuestros ingresos están postergados y no vamos a negociar a la baja» concluyó Petrocini.