Siete delincuentes asaltaron este jueves la subcomisaría de la localidad de Arroyo Leyes, situada a unos 20 kilómetros del centro de la ciudad de Santa Fe, y tras maniatar a los oficiales de guardia huyeron en un patrullero y un auto particular con dos armas, un chaleco y otros elementos robados de la dependencia, informaron voceros policiales y judiciales.
El hecho sucedió en la madrugada del jueves, cuando dos de los delincuentes llegaron a la dependencia vestidos con uniformes policiales diciendo que necesitaban ayuda por haber roto un neumático, pero luego irrumpieron otros cinco cómplices con los rostros cubiertos por pasamontañas y ataron y amordazaron a los oficiales que estaban en el lugar.
Cuando tuvieron la situación controlada, los asaltantes despojaron a los tres policías -dos hombres y una mujer- de una pistola reglamentaria, una escopeta, un chaleco antibalas y una camioneta patrullera, pero antes de huir fueron a una casa vecina, a cuyos ocupantes redujeron y les robaron un automóvil Peugeot 206, los teléfonos celulares y otros elementos.
De esa forma, los delincuentes emprendieron la fuga rumbo al sur por la ruta provincial 1 en el auto particular y en el patrullero, que abandonaron en distintos lugares tras tirotearse con la policía que comenzó a perseguirlos.
La fiscal del caso, Rosana Peresín, indicó que «alrededor de las 2.30 de la madrugada» le informaron que «habían entrado entre seis y siete personas a la comisaría de Arroyo Leyes, se habían llevado un móvil, en teoría habían entrado a un domicilio y se habían llevado un automóvil».
En declaraciones a radio Universidad, la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación (MPA) añadió que le dio intervención a la División Judiciales «para que le tome declaración al personal (policial) y a los vecinos que son testigos, inclusive había dos personas detenidas en la comisaría».
Peresín confirmó que fueron recuperados ambos vehículos y un chaleco y que se encontró un revólver, aunque no se determinó aún si es del personal policial o de los delincuentes.
A su vez, el vecino que también fue víctima de robo, quien se identificó como Alejandro, calificó el hecho como «muy raro» y dijo que cuando se fueron los delincuentes y pudo liberarse, llegó a la comisaría «en 5 segundos y supuestamente recién se habían desatado» los policías.
«No habían llamado todavía (a sus colegas para alertar del hecho) y delante nuestro empezaron a llamar. Todo el tiempo que ellos (los delincuentes) estuvieron acá no llamaron, no sé si estaban atados (los policías) porque cuando yo llegué estaba todo impecable, no había nada desordenado», añadió Alejandro al atender a los medios de prensa en su casa.
Además, dijo que le parecía «todo muy raro», pues «los teléfonos de los policías estaban tirados al lado de la entrada (de la dependencia), y confirmó que «al móvil de la policía se lo robaron y lo pararon acá (en la puerta de su casa), hicieron lo que hicieron y se fueron», en referencia al robo.
El hombre dijo que los asaltantes, dos de los cuales actuaron a cara descubierta, le pedían dinero, «tenían una Ithaca y dos 9 milímetros» y que les notó «una tonada tumbera».
«Se robaron algunas pavadas, un termo y un cargador de batería», agregó el vecino, quien luego contó que junto a su esposa los maniataron con un cinto y que a él le pegaron.
Luego del aviso al teléfono policial 911, que activó la alarma en las diferentes agrupaciones policiales, concurrieron oficiales de Orden Público, del Comando de la Costa y de la Agrupación Cuerpos y se organizó un operativo cerrojo.
El auto particular robado al vecino fue abandonado por los asaltantes en inmediaciones de Callejón Mocoví y Olivos, en jurisdicción del barrio santafesino de Colastiné Norte, en tanto el patrullero fue hallado en Callejón Reina y Benteveos, en jurisdicción de la ciudad de San José del Rincón.