Julio Bagna (24) festejó el cumpleaños de su hija Julieta (3), su “princesa”, como la llamaba en cada foto que compartía en redes sociales. Lo celebraron el sábado, en familia y con amigos. Pero al día siguiente toda esa alegría se esfumó cuando motochorros lo mataron de una puñalada en el pecho mientras intentaba defender a dos chicas víctimas de un robo, en la puerta de su casa, en Berazategui.
Todo ocurrió el domingo en la calle 5 al 1000, entre 110 y 110 A, poco después de las 21, cuando Julio salió para comprar algo en un almacén del barrio. Fueron unos pocos segundos los que pasaron desde que se asomó por el umbral de la puerta y vio a pasar por la calle a Macarena (26), una compañera suya del secundario, junto a Marian (25), otra chica que aparentemente no conocía.
Al cruzar la reja que separa su casa de la vereda vio cómo una moto con dos personas a bordo frenó. Enseguida, el acompañante se bajó y amenazó a las jóvenes con un cuchillo para robarles lo que tenían. Sorprendido por la situación, Julio decidió intervenir.
“¡Qué hacés, dejala!”, le gritó a uno de los ladrones. Su madre escuchó todo y cuando salió Julio ya había sido herido. “Llamá a la ambulancia porque me hirieron”, alcanzó a balbucear. Tenía una puñalada en el pecho, a la altura del corazón.
Mientras Julio se desangraba, un patrullero llegó a la escena y se negaba a trasladarlo, hasta que por la presión de la gente y la demora de la ambulancia lograron que lo subieran al móvil y lo llevaran de urgencia. Pero ya era tarde y en el Hospital Evita Pueblo no pudieron hacer nada para reanimarlo.
“Estaba re feliz. Fue una desgracia que nos pasó. Por querer defender a dos chicas indefensas me lo mataron. No puede ser lo que está pasando”, contó a Clarín, como pudo y entre lágrimas, la madre de la víctima, María Caballero (57). Julio era uno de sus cinco hijos. Y el segundo de tres varones.
“El sábado celebramos el cumpleaños de mi sobrina y ayer (por el domingo) pasó esto. No sé si las reconoció a las chicas o actuó para ayudar sin saber. Los vecinos dicen que este chico robaba en la zona, que ya había querido a asaltar a una señora de la cuadra, pero nosotros no sabíamos nada”, dijo a Clarín Esteban, uno de los hermanos de la víctima.
Julio trabajaba de albañil y ocasionalmente vendía pan casero para mantener a su familia y a su pequeña hija. “Vivía con su mamá y tres hermanos. Su papá falleció este año, hace unos meses. Es terrible lo que pasó, todavía no lo podemos creer. Esto se tiene que saber para que no quede en la nada porque es tremendo”, lamentó Carmen Ozorio, prima de los Bagna.
“Hasta siempre hermano. Que brille para vos la luz que no tiene fin. Justicia se hará”, despidió Esteban a su hermano a través de Facebook.
La amiga de Julio, Macarena, todavía conmocionada por la tragedia, fue a declarar a la comisaría 1° de Berazategui después del crimen. “Cuando pasó por una de las oficinas reconoció al atacante. Es un menor que había sido trasladado a esta sede para ser identificado por otra causa, en la que también se lo investiga por robo, y cuando la víctima lo vio, lo advirtió enseguida: dijo que era el que había apuñalado a Bagna. Quedó detenido inmediatamente”, confirmaron en la dependencia policial ante la consulta de Clarín.
El chico acusado del homicidio tiene 15 años y algunos vecinos lo denunciaron ante las cámaras de televisión como responsable de otros robos en la zona. Quedó a disposición del Juzgado de Responsabilidad Juvenil Nº 2 de Quilmes, que más tarde ordenó restituirlo a sus padres. Su cómplice, al cierre de esta edición, aun no había sido localizado.
Los vecinos del Barrio Primavera anunciaron que realizarán mañana a la tarde una marcha para pedir justicia por el crimen de Bagna y mayores medidas de seguridad, debido a la sucesión de asaltos.