El ministro de Seguridad bonaerense echó al enviado de su par de nación, la cuestionada Sabina Frederic, de una conferencia de prensa por el caso Maia: “Son inoperantes y nos dejaron solos”. Una vez más quedaron reflejadas las tensiones entre ambas administraciones en medio del operativo de búsqueda de la niña de 7 años. Los testigos aseguran que el ministro de Seguridad bonaerense y el funcionario nacional casi terminan a los golpes de puños
La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, celebró en declaraciones radiales la aparición con vida de Maia Beloso e hizo hincapié especialmente en el trabajo coordinado entre los gobiernos nacional, bonaerense y porteño. Sin embargo, la convivencia entre las tres administraciones no fue tan pacífica como se creía.
Así quedó demostrado este mediodía, cuando el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, echó al secretario de Seguridad de la Nación, Eduardo Villalba, de una conferencia de prensa que había sido anunciada en Luján luego de la aparición de la niña de 7 años.
“¿Qué venís a hacer acá de trajecito, hijo de puta?”, le dijo Berni a Villalba apenas lo visibilizó. Y continuó: “Vos y tu ministra, que es una inútil, le hacen mal a la policía, no me llamaste en todo el día y ahora venís acá a sacarte la foto, hijo de puta, te voy a cagar a trompadas”.
Sorprendidos, los testigos atinaron a separar a los funcionarios. Villalba quiso apaciguar los ánimos pero Berni estaba enfurecido e incluso llegó a lanzar dos cabezazos.
Luego de que se publicarán los detalles del enfrentamiento, Berni fue consultado por el tema: “Le dije que la hipocresía y la inoperancia le hacen muy mal a la provincia de Buenos Aires”, contestó.
Y agregó: “Estuvimos 24 horas buscando a Maia hasta abajo de las baldosas y nos dejaron solos”.
Villalba se retiró y no estuvo en el contacto con los medios. Desde el entorno del funcionario nacional dieron su versión de los hechos: “Eduardo concurrió con lo fiscales, Berni estaba ahí y aprovechó para hacer su show habitual; también increpó e insultó a la fiscal”. Quien sí se sentó al lado del ministro bonaerense fue Diego Santilli, vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El enojo de Berni se fundamenta en una presunta falta de colaboración de las autoridades nacionales en el operativo de búsqueda de Maia. Cuando vio llegar al colaborador de Frederic, descargó toda su furia.
El escándalo, que tuvo como testigos al jefe de la Policía bonaerense y a otros oficiales de alto rango, se suma a una larga historia de desencuentros entre las oficinas de Berni y de Frederic.
“Se viene trabajando con las fiscales hace dos días. Hoy se llegó al centro de comando en la iglesia Fátima para trasladar a las fiscales que trabajan en el caso en un helicóptero de la Federal junto con Villalba. Viene Berni a increparlo a Eduardo, en forma violenta. Estaba fuera de sí, tuvo que intervenir gente propia de Berni para separarlo, estaba totalmente sacado. Empezó a maltratar al resto del equipo, las fiscales no salían de su asombro”, asegura una fuente cercana al Ministerio de la Nación que conoce los pormenores del episodio.
El funcionario de la administración de Axel Kicillof ya había tenido un contrapunto con el secretario de Seguridad nacional por los controles que se realizaban en los principales accesos a la Ciudad de Buenos Aires en medio de la cuarentena estricta por el coronavirus.
“Los controles son para facilitarle la vida a la gente, no para generarle más quilombo en esta situación especial. Tenemos diez kilómetros de cola cuando a sólo 100 metros hay cinco carriles libres. Hay que tener un poco de sentido común y una ambulancia no puede estar 20 minutos para pasar”, señaló Berni aquel día en medio de un caos de tránsito en Puente La Noria.
La respuesta de la cartera de Frederic no tardó en llegar. En diferentes entrevistas, Villalba afirmó: “(Berni) se presentó excediendo sus responsabilidades y de una manera muy irresponsable también. No sé lo que está esgrimiendo. El ministro tiene mi teléfono. Si sus intenciones fueran de responsabilidad y de buenas intenciones, me hubiese llamado y no aparecer frente a las cámaras de televisión”.
Hubo otro round entre ellos por la distribución de 8.000 agentes federales en la provincia de Buenos Aires.