Una norma del Banco Central impactará de lleno en el floreciente negocio de Mercado Libre, Ualá y más de un centenar de fintech que operan 25 millones de cuentas virtuales en todo el país. En su última reunión del año, el directorio del BCRA dispuso que todos los fondos que las billeteras virtuales tienen despositados en los bancos deberán estar “encajados” al 100%, es decir, despositados en el Banco Central. Por tal motivo, no rendirán interés alguno para las fintech, quitándoles una fuente esencial de ingresos.
En enero de 2020, el Banco Central había obligado a los Proveedores de Servicios de Pagos (PSP, denominación formal de las fintech que ofrecen cuentas) a que el dinero de sus clientes en sus cuentas CVU esté siempre depositado en una cuenta a la vista de un banco, para darles mayor seguridad a los usuarios. Esa norma derivó en que bancos y fintech celebren acuerdos para fijar un interés por esos fondos, que en línea generales se ubica algo por debajo de la inflación.
A partir del próximo 1° de enero, todos esos acuerdos desaparecerán porque los bancos deberán encajar el 100% de ese dinero, que según datos del sector representa un saldo de $40.000 millones que crece cada día. Por depositar ese dinero en cuentas a la vista en los bancos las fintech no recibirán rendimiento alguno.
Los grandes afectados serán las billeteras líderes, encabezadas por Mercado Pago y seguidas por Ualá o Naranja X, pero la medida encendió alarmas entre muchas billeteras pequeñas que vienen creciendo y ven en riesgo su continuidad como empresa si no cuentan con ese rendimiento
En el BCRA consideran que “los ahorristas cargan las billeteras para utilizarla como medio de pago sin esperar una retribución” y que “sobre esos fondos no se puede obtener rentabilidad porque sería equiparable a una intermediación financiera y podrían por ese carácter ser objeto de disputa legal”. No obstante, muchos bancos (en especial, digitales) pagan intereses a sus clientes por el dinero depositado en caja de ahorro. Al parecer, en tiempos de inflación del 50% anual, algunos ahorristas sí esperan una retribución por dejar su dinero en una cuenta.
De esa forma, las fintech perderán una vía de ingresos fundamental, sobre todo si se considera que gran parte de los servicios que prestan a través de esos 25 millones de cuentas son gratuitos, con frecuencia gracias a que reciben ese rendimiento financiero.
Más allá de que los grandes afectados sean los PSP líderes, encabezados por Mercado Pago y seguidos por Ualá o Naranja X, la medida encendió alarmas entre muchas billeteras pequeñas que vienen creciendo pero, sin ese rendimiento financiero, ven en riesgo su continuidad como empresa.
Según informó el BCRA, la medida se tomó para preservar a los depósitos de los ahorristas “de contingencias y garantizar que estén siempre a disposición de los y las ahorristas. Estas cuentas son de carácter transaccional y la medida dispuesta fortalece ese rol y favorece la expansión de los medios de pago digitales, otorgando mayor transparencia y seguridad.”
Esa seguridad sobre los fondos, entienden las fintech, se suponía garantizada con la obligación de bancarizarlos. Si alguien deposita $1.000 hoy en su cuenta de Mercado Pago, por caso, Mercado Pago está obligado que esos $1.000, hoy mismo, estén depositados en un banco. Y con ello, contar con todas las seguridades que implica un depósito bancario.
Las fintech administran de sus clientes un stock de $40.000 millones depositados en cuentas a la vista para hacer pagos y otros $50.000 en fondos comunes de inversión
El BCRA aclaró que la medida “no alcanza a las cuentas de inversión que habilitan las billeteras y que permiten a los y las ahorristas obtener una rentabilidad por los fondos depositados. Estas cuentas de inversión se mantienen en las mismas condiciones”.
La normativa ya disponía que las billeteras informen por separado su saldo “transaccional”, para hacer pagos, de su saldo colocado como inversión. Así como se estima que el primer stock equivale a $40.000 millones, los fondos captados por las fintech y colocados como Fondos Comunes de Inversión representan otros $50.000 millones. La medida conocida hoy no afecta a estos últimos.