Tras la aprobación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el Congreso, el clima al interior del Gobierno está más tenso que nunca. Tanto así que, el canciller Santiago Cafiero opinó en torno a las relaciones entre los principales líderes de la coalición.
Para el exjefe de Gabinete, el Frente de Todos atraviesa «un momento crítico», que se reflejó en el voto fragmentado al entendimiento con la entidad financiera, y pidió que «las diferencias no se transformen en ruptura».
«Un momento histórico y global como el que vivimos no puede ver al peronismo con sus energías puestas en tensiones internas. Necesitamos esas energías para avanzar con la agenda de la transformación. Unidad para reordenar el Frente de Todos y retomar el diálogo y la iniciativa», escribió el canciller a través de su cuenta de Twitter. Además, compartió un análisis de la situación interna del Gobierno, publicado en el portal de Horacio Verbitsky.
«Nos une la patria» es el titular que Cafiero eligió para hablar del escaso diálogo que hay entre las fuerzas que componen al oficialismo y para admitir la crisis que desde todos los sectores intentaron negar, pero que se volvió indisimulable. En la misma línea, la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti también abonó a desnudar las tensiones al interior del frente tras confirmar que la vicepresidenta no respondió el mensaje que el Presidente le envió en solidaridad por los disturbios en su despacho.
A través de la publicación, Cafiero manifestó que sería «necio» ignorar «el momento crítico» que vive el Frente de Todos, y pidió que las diferencias «no deben transformarse en una ruptura del espacio» bajo ninguna aspecto. «Ignorar que el Frente de Todos hoy atraviesa un momento político crítico sería necio. Claro está, hubiese sido mucho mejor que nuestro espacio político votara unido. Sin embargo, estas diferencias en el seno de nuestra coalición bajo ningún aspecto deben transformarse en una ruptura del espacio político», escribió.
Y continuó: «Las transformaciones que necesitamos para modificar la realidad productiva, laboral y social de nuestro país requieren de la unidad de la coalición, del trabajo y las ideas de todas y todos los compañeros que constituimos este espacio político. Esto ya era válido antes de la guerra y sus efectos y lo es aún más, a la luz de la dolorosa realidad que se nos presenta en esta coyuntura tan delicada a nivel internacional».
Es que la situación parece ser más compleja de lo que se veía y las diferencias cada vez más grandes. Por eso, el funcionario más cercano a Alberto Fernández anticipó que el quiebre de la coalición repercutiría de forma directa en el peronismo. «El quiebre de nuestra coalición también implicaría un divorcio muy grande de nuestra fuerza política (el peronismo) con la realidad que hoy viven las y los habitantes de nuestro país. Cuando más se necesita la unidad, cuando empezamos a ver los resultados concretos en materia de recuperación económica y del empleo en todos los indicadores disponibles, cuando atravesamos el desafío de un shock de precios internacionales sobre una inflación ya muy elevada y sabiendo todo lo que falta para que el vivir cotidiano deje de ser un padecimiento para muchos compatriotas, el peronismo no puede darse por vencido en la representación y protección de los intereses, de las conquistas y de los derechos del campo nacional y popular».