El consumo de golosinas elaboradas en el país cayó un 13,5% en los últimos cinco años, según un informe dado a conocer recientemente por la Asociación de Distribuidores de Golosinas y Galletitas.
El consumo de golosinas pasó de los 3,9 kilos per cápita anuales en 2013 a los 3,2 kilos por habitante en 2018, de acuerdo al relevamiento de marzo pasado, pero dado a conocer recientemente.
La caída del consumo generó que fábricas que llevaban trabajando en nuestro país por décadas tuvieran que cerrar plantas, parar líneas de producción, reducir la cantidad de empleados y hasta cerrar definitivamente.
Hace poco más de una semana cerró fábrica de «Mielcitas», que producía en el país hace 43 años. Fueron despedidos 150 trabajadores, la mayoría mujeres que eran sostenes de sus familias.
La Unión de Kiosqueros de la República Argentina en febrero de este año aportó un dato por demás preocupante: de los 120.000 kioscos que existían en todo el país en 2015, cerraron casi una cuarta parte en 2018.
En ese contexto, Martín Mazzarini, referente de la Cámara de Kiosqueros de Mar del Plata, no ocultó la preocupación del sector por la merma del consumo y señaló que la compra de golosinas «en un año cayó entre un 20 y un 25%» en esa localidad balnearia.
«La mercadería que trabajamos como golosinas, bebidas o cigarrillos, vienen acompañando a los aumentos generalizados, que son bastante seguidos. Todos meses tenemos listas con precios nuevos. En un año aumentaron en un promedio del 50%», estimó el kiosquero en diálogo con 0223.
