Un tribunal peruano condenó con tres años y cuatro meses de prisión a Nahuel Gómez, el turista argentino de 28 años que entró a las ruinas de Machu Picchu de madrugada junto a un grupo de chicos de otros países, dañó un muro y defecó.
Como la sentencia es menor a cuatro años, Gómez podrá cumplir la pena en libertad. El joven se declaró culpable en un juicio abreviado y podrá volver a la Argentina después de pagar 1860 dólares por los daños causados.
El Juzgado Penal Unipersonal de Machu Picchu, conformado por la jueza Melody Contreras, sentenció a Gómez por el delito de «afectación al patrimonio cultural de la Nación en su modalidad de destrucción de bienes prehispánicos».
Junto a Gómez habían sido detenidos otros dos argentinos y otros jóvenes chilenos, brasileros y de Francia que ya fueron deportados a sus respectivos países después de que el joven asumiera su responsabilidad.
El grupo de seis viajeros entró el pasado 12 de enero al centro arqueológico sin haber pasado por ningún control y sin identificarse.
El jefe del Parque Arqueológico de Machu Picchu confirmó que una roca del Templo del Sol había sido extraída y provocado una hendidura en el piso. Se encontraron también restos fecales en esa zona.