El año de menor producción de leyes de la historia, desde la restauración democrática, fue 2022: entre ambas cámaras del Congreso sancionaron solamente 36 normas. El registro corresponde a los años calendario, es decir del 1 de enero al 31 de diciembre, y no a los períodos parlamentarios, que van del 1 de marzo al 28 de febrero.
Los datos pertenecen a la Dirección de Información Parlamentaria de la Cámara de Diputados, y el detalle de la actividad de 2022 Chequeado lo obtuvo por DeQuéSeTrata, una ONG enfocada en el seguimiento de la actividad parlamentaria.
En esta nota te contamos qué dicen los datos y a qué se atribuye la caída en la cantidad de leyes sancionadas, que en realidad no se verifica únicamente en 2022 sino que es una tendencia.
Qué dicen los datos
Durante todo el año pasado el Congreso sancionó únicamente 36 leyes. Sin contar 1983 -año que solamente tuvo 20 días de democracia, con la asunción del presidente Raúl Alfonsín (UCR) tras la dictadura militar-, 2022 sólo fue superado en menor cantidad de leyes sancionadas por 2019, último año de gestión de Mauricio Macri (Cambiemos), con 41 normas, y 1987, con 53.
En el otro extremo, el año con mayor producción fue 2014, con 191 sanciones definitivas, el penúltimo año de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner (Frente para la Victoria). Le siguen 1986, con 187 leyes, y 1995, con 177, en el gobierno de Carlos Menem (PJ).
Sin embargo, cuando dejamos de ver las fotos por separado y miramos la película observamos que en el último lustro (2018-2022) se registró el peor promedio de las últimas 4 décadas: 54 leyes por año.
La cifra está muy por debajo de los promedios de los lustros anteriores y al tomar el promedio cada 10 años también se comprueba una tendencia hacia la baja.
Qué factores explican esta tendencia decreciente
Como se explicó en esta nota, la distribución de bancas en el Congreso es fundamental para alcanzar las mayorías requeridas para que las iniciativas puedan avanzar. En la actual composición del Congreso, el oficialismo (Frente de Todos)- que es el que lleva la agenda del Gobierno- perdió la mayoría que tenía en el Senado y no mejoró su posición en Diputados debido a la derrota electoral que sufrió en las elecciones de medio término de 2021 a manos de la oposición (Juntos por el Cambio).
De hecho, en los últimos 8 años ningún espacio político tuvo mayoría en ambas cámaras. Sólo el peronismo tuvo mayoría pero únicamente en el Senado, entre 2016 y 2017 y entre 2020 y 2021.
Para cumplir sus objetivos, el Frente de Todos depende de la voluntad de sus eventuales aliados, misma situación en la que Cambiemos transitó sus 4 años como oficialismo (2016-2019).
En el Senado, el Frente de Todos tiene actualmente 35 legisladores y se necesitan 37 para poder iniciar una sesión. En Diputados, a su vez, tiene 118 legisladores y al quórum se llega con 129 diputados sentados en sus bancas.
Gerardo Scherlis, investigador del Conicet y profesor titular regular en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), dijo a Chequeado para este artículo anterior: “El claro descenso en el número de leyes que se verifica en el último lustro y, en alguna medida menor, en la última década, seguramente responde a la dificultad para encontrar acuerdos legislativos en el marco de una política muy polarizada”.
“Durante la mayor parte del período democrático, los presidentes no contaron con mayoría en ambas cámaras, y eso no fue obstáculo para alcanzar acuerdos. El Congreso es un ámbito de negociación y presidentes minoritarios han obtenido leyes que les permitieron avanzar con su programa de gobierno. Aunque algo de esto subsiste hoy, da la impresión de que el juego legislativo está más trabado por la polarización, y que esto seguramente se irá acentuando con el proceso electoral de 2023”, evaluó el especialista.
¿Qué pasa con las leyes que propone el Poder Ejecutivo?
La cantidad de leyes sancionadas decrece con el paso del tiempo sin perjuicio de su origen. Pero si uno se enfoca en las que provienen de la Casa Rosada se comprueba que tienen cada vez menos participación sobre el total, lo que a criterio de los estudiosos de la dinámica parlamentaria se traduce en un menor peso de la agenda de los gobiernos en el Congreso.
De hecho, en 2016 y 2021 se registran los pisos históricos de participación de leyes propuestas por el Poder Ejecutivo sobre el total de leyes sancionadas: 27% y 25%, respectivamente.
Ernesto Calvo, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Maryland, sostiene en un artículo publicado en la revista de la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP) que “la imagen del Congreso argentino como una escribanía del Poder Ejecutivo y a merced de mayorías arrolladoras es demostrablemente falsa”.
Y agrega que “la mayoría de los proyectos aprobados por el Congreso desde la transición democrática en 1983 fueron propuestos por diputados y senadores” y que “los partidos de oposición en el Congreso argentino son decididamente influyentes en la consideración y aprobación de legislación”.
Por su parte, Ana María Mustapic, profesora del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella, dijo a Chequeado para este artículo que “todo oficialismo quiere tener mayoría porque quiere llevar adelante su agenda”.
Y agregó: “El problema aparece cuando desde el Congreso esa mayoría toca instituciones clave buscando, por ejemplo, perpetuarse en el poder a través de modificaciones en el sistema electoral o en el sistema judicial. No es que no lo pueda hacer, pero se trata, precisamente, de decisiones cuya legitimidad puede ser cuestionada de no adoptarse con un consenso más amplio”.
Fuente: Chequeado.com