Argentina sería uno de los países elegidos para participar de, al menos, otros dos ensayos de vacunas. Así lo confirmó este viernes el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán: «Hay una vacuna que ahora vamos a entrar en etapa de experimentación, pero en los días sucesivos a estas pruebas va a haber dos o tres más probando acá, en la Argentina. Hay conversaciones con varios laboratorios».
Hasta ahora se había anunciado que a partir de agosto comenzará en Argentina un estudio para probar la vacuna contra la Covid-19 a cargo de las farmacéuticas Pfizer y BioNTech, cuyo investigador principal en el país es el médico pediatra infectólogo Fernando Polack.
Ese estudio fue anunciado el pasado viernes y aún espera la aprobación regulatoria de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
«En la Argentina (el ensayo) va a ser básicamente en la zona del AMBA donde hay más casos de circulación. Estamos próximos a empezar recibir los sueros, y, una vez que esté terminado todo el proceso en la Anmat van a empezar los ensayos clínicos», aseguró Gollan en declaraciones a la FM Radio Con Vos sobre el estudio de Pfizer y BioNTech.
Pero además, sostuvo que las vacunas provienen de laboratorios de Estados Unidos y China y destacó que «(la farmaceútica) Pfizer ha cerrado un acuerdo acá para que entre tres y cuatro mil voluntarios formen parte de un ensayo clínico» que también se efectuará en los Estos Unidos y Alemania.
«Yo creo que, por más que empiecen los ensayos clínicos, uno tiene un horizonte como mínimo de tres o cuatro meses como para poder contar con una vacuna», expresó, no obstante, Gollan.
El titular de la cartera sanitaria bonaerense indicó que se continúa «experimentalmente con el plasma» de pacientes recuperados de coronavirus, y consignó que ya «hay cerca de 350 personas tratadas».
«Estamos empezando a sacar conclusiones científicas, más allá de las empíricas que en muchos pacientes, aparentemente, han dado buen resultado», indicó el funcionario bonaerense.
«Esos son los tratamientos que uno está viendo, más allá de los protocolos, y todavía ninguno se ha destacado, más allá de las distintas combinaciones de drogas que sean científicamente potentes», concluyó.
