El aislamiento social, preventivo y obligatorio debido a la pandemia de coronavirus motivó a aquellos fanáticos del deporte y la actividad física a ingeniárselas para intentar no perder el ritmo y continuar con sus actividades pese a la imposibilidad de salir de sus casas. Pero José Uriburu, abogado de profesión y atleta por vocación, decidió ir más allá.
Mientras varios de sus conocidos corredores intentaban arreglar para romper la cuarentena y salir a entrenar en horas de la madrugada para evitar los controles, «Joe» comenzó a pensar en la forma de hacerle entender a esa gente que ése no era el camino correcto. Y vaya si lo logró.
Para ello, increíblemente, diseñó un circuito en su departamento de Barrancas de Belgrano y, ante la atenta mirada y acompañamiento de su esposa Agustina y sus hijos Joaquín (6) y Jacinta (3), se lanzó a correr. Primero completó 10 kilómetros, después 21 y finalmente llegó el momento más esperado: el de alcanzar los 42 kilómetros que tiene una habitual maratón, todo dentro de su departamento.
«Me armé un circuito de 26 metros, tuve que dar 1600 vueltas al departamento. Corrí entre el balcón y el living, entraba por una puerta y salía por la otra», explicó el atleta en diálogo con minutouno.com. ¿Su tiempo? 3 horas y 48 minutos, es decir, unos 5.26 por kilómetro. «Más de 40 minutos sobre mi tiempo habitual, fue complicado pero fue una sensación muy linda», detalla.
UNA VIDA DEDICADA AL DEPORTE
«Joe» tiene 36 años y jugó toda su vida al rugby (participó de Seleccionados nacionales y en la Primera del San Isidro Club). Sin embargo, desde hace unos años, diferentes lesiones lo obligaron a cambiar de rumbo y encontró en correr su nueva pasión. «Me completaba como deportista», admite.
Lo cierto es que su movida en las redes sociales fue generando adeptos durante la cuarentena y recibió mensajes de todas partes del mundo. «Se sumaron casi 5 mil personas», relata Uriburu, quien además contó con el apoyo de sus vecinos, que lo vitoreaban desde otros balcones y le ponían música para darle fuerzas de cara a su objetivo.
Pero no contento con la maratón casera, el hombre quiso ir por más y, ante el interés de la gente, lanzó una nueva iniciativa que cumplió el último domingo mediante un vivo de Instagram: l a de «unir» la Argentina recolectando los 3700 kilómetros que separan las ciudades de Ushuaia y La Quiaca (de forma lineal) con la ayuda de todos sus seguidores.
«Yo dije, hacé lo que vos quieras en tu casa y lo sumamos y automáticamente más de 3 mil personas me dijeron ‘yo voy con vos’. Me subí a la bici, puse el vivo y empecé a pedalear. Fueron 140 kilómetros, me bajé y corrí 21 kilómetros en el mismo circuito. Lo vieron miles de personas», cuenta emocionado.
Durante toda la jornada, Uriburu fue recibiendo los tiempos de los miles de usuarios que quisieron compartir la experiencia y el resultado, una vez más, superó las expectativas: «Me mandaron tantos mensajes que tardé casi un día en consolidar todo. El objetivo eran 3700 kilómetros, juntamos 3790 y todavía me siguen mandando mensajes. Es súper emocionante, eso habla del compromiso de la gente y de la importancia que le dieron a la cuarentena».
UNA MOVIDA CON FINES SOLIDARIOS
Claro está que, además de darle rienda suelta a su pasión, Joe Uriburu buscaba con esto concientizar y apoyar la movida del aislamiento contra el coronavirus. El aliciente fue que algunas organizaciones también decidieron apoyar la causa y lo acompañaron en todo momento.
«El motivo principal es poder dar a entender el problema que estamos viviendo en el mundo entero y poder concientizar sobre la importancia que tiene quedarse en casa, que es la única manera de darle batalla al virus. Era mi manera de poder sumarme», cuenta.
Así fue como la Cooperadora de Acción Social (COAS) y la Fundación Powerchair Football se comunicaron con él y fogonearon su movida para recaudar fondos. «Nunca me imaginé que alguien iba a poner un mango para que un flaco ande en bicicleta. La gente me preguntaba dónde podía donar. Me llena de orgullo poder aportar desde mi lado», completa Uriburu, quien sigue pensando en cómo seguir ya que, según afirma, su campaña no termina acá.
«Ahora estoy viendo qué desafío hago para tener a la gente entretenida», bromea el atleta, quien dejó bien en claro que la cuarentena y el aislamiento no siempre pueden tener a la monotonía y el aburrimiento como factor común. Él, mientras tanto, sigue corriendo y dándole cuerda a su pasion.