Después de conocerse el veredicto que finalmente le dio perpetua a quienes mataron a Lucio Dupuy, el niño que fue asesinado en La Pampa por su progenitora y la pareja de ésta en noviembre de 2021, comenzó a tomar fuerza en las redes sociales el homenaje que realizaron las familias del jardín al que asistió.
Se trata de un mural donde quedó plasmada la última foto que se conoció del menor antes de ser asesinado y con la que los papás de sus compañeros decidieron recordarlo. Sonriendo, con comida en la boca y disfrutando de una tarde feliz con un amigo, la imagen conmueve a los vecinos de la zona.
El encargado de pintar el mural fue el artista Juan Manuel Giménez. La locación elegida es el mismo barrio donde vivía el nene junto con sus agresoras, más precisamente en la esquina de Allan Kardec y Tierno, en la ciudad de Santa Rosa.
Según explicó el muralista: “No fue un trabajo, fue una necesidad”. El juicio por el asesinato de Lucio llegó a su fin este viernes, cuando las acusadas fueron condenadas a cadena perpetua, poniendo un punto final a un caso que conmocionó al país y que impactó a quienes conocían al pequeño. Por este motivo, los padres de sus compañeritos de jardín se cruzaron con una pintura de Juan Manuel y lo invitaron a homenajearlo en conjunto.
“El día que pasó lo de Lucio sentí una tristeza tan grande que esa mañana pinte un panel de 1 metro por 1 metro y lo subí a las redes para descargar, yo soy papá y es un tema muy delicado, pero tuvo tanta repercusión que se viralizó y me contactaron”, detalló el muralista.
Giménez es amigo del padre de uno de los compañeros de Lucio. Fue él quien se encargó de hacerle el pedido en nombre de todas las familias. Al respecto, el artista explicó: “Ellos estaban buscando un lugar y se les complicó. Yo trabajo en un comedor cerca y me parecía que lo más apropiado era que se haga en la zona donde vivía el nene”.
La obra que impactó a todos los vecinos se realizó gracias a que Giménez donó sus pinturas y una familia cedió la pared. “Me sorprendió mucho la actitud de los vecinos, yo estoy muy acostumbrado a estar en la calle, pero llegó un momento en el que tenía que ir muy temprano a la mañana para no encontrarme a tanta gente. Venían todo el tiempo, me abrazaban, sacaban fotos. Estaban muy conmovidos”, recalcó el muralista.
Además, una vecina, que tiene una peluquería frente al mural, fue quien más impactada estuvo. La mujer conocía a Lucio porque las agresoras iban a cortarse el pelo con ella. “Es un caso que nos puso en la mira de cómo actuamos y cómo no actuamos, en la indiferencia”, manifestó Giménez, quien asegura que pasa todos los jueves por ahí, “a propósito”. Ese recorrido se convirtió en una rutina que continuará haciendo el artista.
“Es muy distinto a cualquier otro mural, me generó mucha contradicción hacerlo, pero soy partidario de que si el arte no sirve para trasmitir, entonces no sirve”, aclaró el muralista e insistió que se trató de una responsabilidad: “No puedo decir que fue un honor, no tendría que haber sucedido lo que pasó, fue muy difícil, pero quería recordarlo así”.
La última foto de Lucio
La foto elegida es la que le sacó el papá que pidió el mural. Fue él mismo el fotógrafo de ese momento del nene, que sería el último que quedaría inmortalizado en una imagen. Según detalló Giménez: “Justo estaba comiendo, lo agarró distraído y le sacó una foto”. Dicha foto fue tomada unos días antes del crimen, cuando Lucio había ido a visitar a uno de sus amigos del jardín de la Escuela 27 de Santa Rosa.
El muralista también contó que hubo personas que querían que se haga en la puerta del colegio, por lo que él se opuso. “Lo pedían y no se imaginaba lo que podía ser para los nenes ver el año que viene la imagen de su compañerito muerto, ellos también lo sufrieron mucho”, explicó.
Para el artista, el retrato “es un mural que duele”. “Traté de hacerle algo, sacarle la tristeza de una perdida, por eso tiene un vuelo de mariposa que representa a los niños que perdimos en hechos tan trágicos como este, después está lo que cada uno interprete al pasar”, puntualizó Giménez. De esta manera quedó inmortalizada la imagen de Lucio, feliz y viviendo una tarde de juegos. El muro finaliza con la dedicatoria de quienes lo recuerdan: “Con mucho cariño, tus compañeritos del jardín”.