Luis D’Elía quedó hoy más cerca de obtener la prisión domiciliaria. La Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar este viernes a un planteo de la defensa pidiendo ese beneficio en base a los problemas de salud que presenta el dirigente social, preso desde febrero del 2019 tras haber sido condenado por la toma de la comisaría de La Boca ocurrida en 2004. Ahora, será la jueza Sabrina Namer la que tendrá que considerar si dispone su arresto en su casa.
Apenas se conoció la noticia del fallo que habilitaría su salida de la cárcel de Ezeiza, D’Elía fue trasladado al sanatorio Anchorena de la Capital Federal. Había presentado en las últimas horas fiebre alta y dolores en el cuerpo. Esos síntomas son compatibles con coronavirus, aunque todavía no está acreditado que sea víctima de esa enfermedad.
La defensa, a cargo de Adrián Albor, había advertido que su cliente “padece graves y numerosas enfermedades”. Pero además la Organización Mundial de la Salud declaro la pandemia por el COVID-19 y D’Elía “integra el listado de internos de riesgo con motivo del CoViD19, confeccionado por el SPF, toda vez que padece diabetes, insuficiencia coronaria y posee más de sesenta años”.
Ayer, precisamente, la Cámara Federal de Casación Penal había llamado a flexibilizar el criterio para otorgar excarcelaciones y prisiones preventivas, en base al criterio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) frente a a pandemia. Allí se urgió a los Estados a reducir la sobrepoblación en los centros de detención como una medida de contención de la pandemia y se manifestó la “profunda preocupación por las alarmantes condiciones en las que se encuentra la población carcelaria en la región» que puede significar un mayor riesgo para el COVID-19.
Los jueces de Casación remarcaron que las directivas de la CIDH “resultan relevantes para una correcta solución» del caso de D’Elía. «Se trata de un “paciente coronario, diabético, revascularizado, con isquemia perinecrosis, que requiere tratamiento antiisquémico completo, actividad física programada y control de stress físicos y psíquicos”, se resaltó.
En este proceso, además, la defensa planteó un habeas corpus porque le estaba faltando medicación. Y en las últimas horas D’Elía “presentó fiebre” con 38 grados y medio. Y aunque le dieron un “antipirético” y le bajó a 36 y medio, el piquetero aseguró tener “dolor en todo el cuerpo”. La defensa afirmó también que ese tipo de medicación está contraindicado en este momento porque “’tapa’ los síntomas del COVID-19”, detalla la resolución.
Los jueces Mariano Borinsky, Juan Carlos Gemignani y Daniel Petrone analizaron el pedido de la defensa y repasaron lo resuelto el Tribunal Oral Federal 6 en febrero pasado cuando había rechazado la prisión domiciliaria de D’Elía. En ese momento se concluyó que no había una “especial situación de riesgo en su vida” pero se ordenó ampliar estudios médicos para saber si el detenido presentaba un cuadro de “isquemia perinecrosis” y en caso afirmativo si ello “podría ser la causa de dolores pericordiales y si el cuadro podría producir nuevos eventos coronarios, infarto o la muerte”.
La jueza Sabrina Namer concluyó en ese momento que “las circunstancias acreditadas en la presente de ninguna manera resultan ser presupuestos excepcionales que habilitarían el beneficio en trato, sin perjuicio de las diversas patologías que Luis Ángel D’Elía” y planteó que no habían variado sustancialmente para hablar de un “agravamiento del cuadro cardíaco del interno”. “Si bien Luis Ángel D’Elía presenta diversas dolencias de entidad, todas se encuentran debidamente tratadas por los médicos del centro penitenciario donde está alojado”, concluyó.
D’Elía viene reclamando su libertad diciendo ser un preso político. «Me condenaron a muerte”, había dicho recientemente cuando le habían reclamado sus pedidos de libertad.
La defensa, sin embargo, apeló a Casación. Y remarcó que existió un cambio clave que debía ser atendido para analizar el pedido del piquetero: “la declaración de la pandemia del COVID-19”.
Fuente: Infobae