El triunvirato de la CGT ratificó este lunes la posibilidad de realizar medidas de fuerza o movilizaciones en reclamo de mejoras del poder adquisitivo y pidió que se incorpore la Iglesia a la discusión abierta con el Gobierno y los empresarios, a quienes pidió «apostar por el país». Además, señalaron que el bono de fin de año de 1000 pesos es insuficiente.
Así lo expresaron Carlos Acuña y Héctor Daer, dos de los secretarios generales de la central obrera, quienes participaron de un acto por el «Día de la Lealtad Peronista» en la Quinta de San Vicente, propiedad que perteneció al ex presidente Juan Domingo Perón y ubicada a 52 kilómetros al sur de esta ciudad.
Desde la central cegetista, ratificaron que el bono de fin de año se deberá discutir por sector, donde la suma de 1.000 pesos propuesta deberá ser tomada como «un piso», y criticaron las objeciones expresadas por Hugo Yasky, de la CTA de los Argentinos.
«Hugo Yasky, me suena», disparó con ironía Acuña. Y agregó: «En los últimos doce años nunca lo escuché, no lo conocía, y ahora lo conozco como dirigente gremial, está bueno que colabore».
Respecto a los contactos abiertos con el gobierno para tratar distintos temas de la agenda sindical, social y económica, Héctor Daer mencionó: «Queremos cubrir esta coyuntura y a partir de ahí establecer una discusión completa sobre a dónde va el país y cómo vamos a hacer para generar puestos de trabajo reales con esta legislación laboral».
En los pedidos formulados por los gremios ante la Casa Rosada, el diputado del Frente Renovador manifestó que «no hay plazos» y consignó que cuestiones como el bono para fin de año es «establecer un paliativo» ante la situación de «emergencia».
También Acuña comentó que a la discusión abierta con el Gobierno «queremos que participe la Iglesia» y aseguró que «en diez meses el esfuerzo ha sido de los trabajadores, y desde el sector empresario y económico, nadie ha puesto nada en la parrilla».