La presidencia de la agencia de noticias nacional Télam despidió este martes a 354 empleados y presentó la decisión como un relanzamiento de la compañía para corregir lo que consideró «desmanejos» de la gestión anterior, por lo que los trabajadores se declararon en huelga y tomaron pacíficamente dos de los edificios.
La gerencia de la empresa afirmó, en un texto titulado «la agencia Télam tiene futuro», cuando asumió la actual conducción «heredamos» una empresa que «fue víctima de la irresponsabilidad y del desmanejo del gobierno anterior, que utilizó «lo público» para fines político-partidarios».
En el texto, la conducción de la empresa aduce que entre 2003 y 2015, casi se duplicaron los empleados (de 479 a 926) y que muchos de los incorporados como periodista «no contaban con formación ni experiencia partidaria». Y concluye: «confundieron periodismo con propaganda partidaria».
En contraposición, fuentes ligadas a los trabajadores explicaron que el telegrama de despidos, que comenzaron a llegar el viernes, fueron recibidos por empleados con más de 20 años en sus puestos, que no fueron designados durante la gestión de kirchnerismo ni tienen cercanía con ese espacio político.
En ese sentido, el presidente del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos Herrnán Lombardi admitió que al menos en parte los despidos tienen una lógica presupuestaria. «También lo tiene», dijo el funcionario al ser consultado al respecto por Radio Mitre.
«También hay un contenido de austeridad. Las decisiones la tomaron las gerencias y el Directorio de Télam con la única intención de garantizar el profesionalismo en el futuro», insistió Lombardi.
De acuerdo con el funcionario, la idea de una «nueva Télam», mencionada en el comunicado, «es pensar que las agencias públicas de noticias tienen un sentido en el mundo, un sentido de independencia, de veracidad, de construir buen periodismo y de nunca partidizarse».
En tanto, los trabajadores calificaron de «perverso» el método elegido para comunicar la novedad a lo que seguirán con trabajo, ya que a los trabajadores que no fueron despedidos les llegó un mail que decía «sos parte de la nueva Agencia Télam» y que «confiamos en vos para la construcción de una agencia profesional, pluralista y democrática».
Los empleados se declararon en huelga y un grupo se fotografió frente a la Casa Rosada para enfatizar la responsabilidad del gobierno. Al mismo tiempo, avanzaron con tomas pacíficas de dos de los edificios de la empresa, ubicados en las Bolívar y Belgrano.
El nuevo conflicto se suma a uno que se había desarrollado el mes pasado, luego del despidos de una editora y un periodista que fueron acusados de actuar «imprudencia y falta de profesionalismo en medio de la delicada crisis del mercado financiero» por un cable que contenía información errónea sobre la propiedad de Lebacs.