Después de seis meses prófugo, Adolfo «Fino» Jelinek -hermano de la modelo Karina – fue detenido por Gendarmería en Santa María de Punilla, a 50 kilómetros de la capital provincial, en las sierras de Punilla.
En 2014 fue sentenciado a cuatro años de cárcel por transporte y tenencia de droga, pero permaneció en libertad hasta que la sentencia quedara firme, lo que se produjo en 2015 cuando la Cámara de Casación confirmó la condena.
La defensa pidió la nulidad de la causa al sostener que la requisa por el transporte de la droga se hizo «fuera de horario» con una «doble orden» desde la policía. También adujo que los 250 gramos encontrados en la vivienda de Jelinek eran para «consumo personal».
El hombre fue interceptado por la Policía el 31 de diciembre de 2009 cuando bajó de un colectivo que lo llevaba desde la ciudad de Córdoba a Villa María. Se le secuestraron 970 gramos de cocaína, según consta en el expediente de la causa. Más tarde, en su casa, se encontraron otros 250 gramos de estupefacientes.
Jelinek estuvo ocho meses preso y fue excarcelado. La causa fue elevada a juicio por transporte de estupefacientes y tenencia con fines de comercialización. Cuando la sentencia quedó firme en 2015 no se presentó a la Justicia y las autoridades no pudieron encontrarlo en su casa de Villa María.
El fiscal Maximiliano Hairabedian en el juicio pidió la pena mínima para Jelinek al considerar que no tenía antecedentes, que tenía problemas de adicción, y que transportó un kilo de cocaína, poca cantidad si se tiene en cuenta la mayoría de los casos de transporte.
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En su momento la modelo, muy dolida por la situación de quien llama cariñosamente «Finito» explicó: «Me duele mucho su adicción y la situación me pone muy, pero muy mal».