Después de un mes de rehabilitación volvieron esta semana a su hábitat natural los cuatro lobos marinos que habían sido rescatados en julio en la provincia de Buenos Aires.
Los ejemplares de lobo de Dos Pelos Sudamericano estaban desnutridos y tenían parásitos cuando fueron encontrados, uno en Las Toninas, otro en Costa Esmeralda, un tercero en un canal de Berisso y el cuarto a la altura del Pejerrey Club en la ribera de Quilmes.
Todos los ejemplares rescatados tienen entre 1 y 2 años, por lo que están en «una etapa de forrajeo que consiste en buscar alimento», como explicó Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del Centro de Rescate y Rehabilitación de la Fundación Mundo Marino.
«Es posible que debido a ese vagar por el océano en búsqueda de peces, los animales pierdan su orientación y terminen incursionando en cursos de agua dulce«, agregó Rodríguez Heredia sobre el caso de los lobitos encontrados en Berisso y Quilmes.
En caso de encontrar a un lobo marino varado se recomienda no mojarlo, no tocarlo, no alimentarlo y, con respeto, alejar a los curiosos. También se puede contactar a la Prefectura Naval Argentina al 106 durante las 24 horas.