El hecho ocurrió en la localidad bonaerense de Villa de Mayo. El padre de los hermanitos de 11 y 14 años intentó engañar al dueño de la vivienda, diciéndole que habían sido unos ladrones quienes estrellaron el coche.
Al principio, el padre había querido proteger a los menores y alegó que le habían robado el vehículo unos ladrones y que ellos habían sido los que lo chocaron. Sin embargo, los vecinos no le creyeron y el hombre al final confesó que habían sido sus hijos quienes realmente estrellaron el auto contra la fachada de su vecino, quienes llegaron a un acuerdo para arrelgar los destrozos.
Alberto, el vecino damnificado contó que escuchó un «ruido tremendo» y pensó que se le había caído el techo de losa que había terminado hace un tiempo. Más tarde, otros vecinos alertaron al dueño de la casa y aseguraron ver a los dos hermanitos que corrieron a toda velocidad austados por lo que habían hecho.
«Por los nervios de la situación no encontrábamos la llave para abrir y cuando salimos nos encontramos con que todos los vecinos estaban mirando y vieron a a dos nenes que salieron correindo del interior del auto», detalló Alberto al canal de noticias TN.
Según relató el dueño de la casa destruida, el papá de los nenes es un vecino que vive en el barrio hace muchos años y que lo conoce plenamente. Así, cuando fue a hablar con el padre de los chicos, este le dijo que le habían robado y que sus hijos escuchaban música afuera de la casa y, en ese momento, llegaron sus dos hijos más grandes, cuando dos ladrones se los llevaron a todos en el auto.
Sin embargo, Alberto le dijo que el vio salir a dos chicos y no a cuatro, por lo que el padre de los nenes le pidió que «denunciara lo que había pasado», pero que el vecino dijera que había sido el padre quien manejaba. De esta manera, la compañía de seguros se haría cargo de los arreglos, porque tenía cobertura contra terceros.
A pesar de que en un principio las dos partes habían acordado eso, el mismo jueves en lugar de la grúa del seguro, fue a su casa una particular. Entonces, el dueño de la casa se dio cuenta del engaño, por lo que la policía no les dejó mover el auto hasta que se hagan las pericias.
«Cuando le pregunté por qué me había mentido con que tenía seguro, hizo silencio», afirmó Alberto, quien finalmente explicó que hicieron un arreglo de palabra en el que el dueño del auto le arreglaría la casa e incluso ese mismo día llmaría a un «gasista, a un albañil y a un herrero». Alberto remarcó que hasta el moneto sólo se presentó el herrero y espera que su vecino «cumpla con su palabra, nada más».
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