Según la AFIP, ingresaron a las arcas más de $ 400 millones. Fuerte impacto sobre el IVA.
La recaudación impositiva cayó un 15% en términos reales a raíz del “parate” económico generado por la cuarentena total y arrastró aún más la baja performance del primer trimestre del año.
Según los datos informados hoy por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la recaudación impositiva de marzo alcanzó los $ 443.636,7 millones, lo que representa un crecimiento interanual del 35%. Sin embargo, ante una inflación proyectada del 50% aproximadamente, se estima que la caída en términos reales (es decir, descontando el efecto del incremento de precios sobre lo efectivamente recaudado) es del 15%.
De esta forma, a lo largo del primer trimestre de 2020 los ingresos tributarios ascendieron hasta $ 1,4 billones, con un incremento acumulado del 41,1%.
Según explicó el organismo, la baja performance de febrero se debió a que “al condicionamiento que imponía sobre la recaudación el bajo dinamismo en el nivel de actividad arrastrado desde el año pasado se sumaron las consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus”.
Impacto sobre el IVA
Ese efecto se vio claro en la performance del Impuesto al Valor Agregado (IVA) que con una recaudación de $ 136.170 millones, registró una variación del 25,6%, lo que mostraría una caída importante descontando el efecto de la inflación sobre los precios.
“La recaudación de este impuesto se vio condicionada por los efectos del aislamiento social, preventivo y obligatorio implementado para prevenir la propagación del coronavirus”, sostuvo la AFIP. Es que el consumo de casi todos los bienes (a excepción de los alimentos e insumos básicos) se vio suspendida por el cierre de comercios.
En ese punto, el impuesto que sí mostró un comportamiento positivo fue el IVA relacionado a la actividad del comercio minorista y mayorista, que tuvo una suba del 52% frente al mismo mes del año pasado.
También se movió favorablemente la recaudación de los derechos de exportación, que crecieron un 59,6% pese a la caída de la actividad de los puertos, a raíz del incremento de las retenciones.
