Hasta no hace mucho, si querías «ningunear» a alguien se utilizaba la frase “sos como el alfajor de pollo, no existís”. Sin embargo, ahora esto no tendrá más validez porque alguien los inventó.
La cordobesa Myriam Díaz hizo realidad la frase y fabricó un alfajor salado hecho de pechuga, pata y muslo, laurel, orégano y cebolla de verdeo.
El auténtico alfajor de pollo.
Se distribuye, por ahora, solo en la localidad cordobesa de Nono, la docena cuesta $600, y la unidad $50.
Pero el ingenio de Myriam no quedó ahí, ya que también creó el de carne de ternera, cabrito y una opción vegana de berenjenas, champignon y morrón.
El excéntrico alfajor no tardó en ser un éxito comercial en la zona gracias a la viralización en las redes sociales.