Tras varios meses en los que se venía evaluando con intensidad lo que ya era el pedido generalizado de distintos sectores, finalmente el Banco Central aprobó el lanzamiento de un nuevo billete de $ 2.000 que entrará en circulación en los próximos meses. A la vez, fuentes oficiales dejaron trascender que también se está analizando la emisión de otro con una mayor denominación, un nuevo billete de $ 5.000.
De hecho, en un país como Argentina con un contexto de economía con altos niveles de inflación, la denominación de los billetes en circulación era un tema de debate desde hace varios años. Cabe destacar, que desde diciembre de 2017 y hasta el momento el billete de mayor valor circulante en el país es el billete de $ 1.000, el cual tiene una equivalencia de menos de USD 3 dólares, tomándolo a precio de dólar Bolsa.
Lo cierto es que la permanencia de este billete durante tanto tiempo y con un panorama económico complejo como el argentino, implicó contratiempos de todo tipo y costos para los bancos y empresas que debían manejar altas cantidades de dinero en efectivo, difíciles de trasladar y atesorar.
Cecilia Grierson y Ramón Carrillo, las caras del nuevo billete
El nuevo billete, que según fuentes oficiales entraría en circulación los próximos meses, tras ser aprobado en la reunión de directorio de la entidad monetaria, tendrá impresas las imágenes homenajes a Cecilia Grierson, considerada la primera médica argentina con tan solo 30 años. Nacida el 22 de noviembre de 1859, se graduó de la Facultad de Medicina de la UBA. Ejerció como obstetra y kinesióloga, quien no habría logrado trabajar nunca como cirujana, “por su condición de mujer”. Grierson tuvo un rol clave durante la epidemia de cólera que afectó a la Ciudad de Buenos Aires en 1886.
También tendrá la imagen del ex ministro de Salud y referente del sanitarismo argentino Ramón Carrillo y una imagen de la fachada del Instituto Malbrán. Carrillo nacido el 7 de marzo de 1906, fue un médico sanitarista, neurocirujano y neurobiólogo que se convirtió en el primer Ministro de Salud de la Nación en 1946, durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón. Graduado con honores en 1929 en la Facultad de Medicina de la UBA, donde ejerció como profesor titular de la Cátedra de Neurocirugía.
Un diseño exprés y preexistente
Lo cierto es que la imperiosa necesidad de un cambio que ponga en circulación un billete de mayor denominación, quedó también en clara evidencia por el hecho mismo de haberse usado para la emisión del nuevo billete un diseño que ya existía.
Fue así que las autoridades resolvieron su utilización, para acortar los tiempos y acelerar lo máximo posible la salida a circulación. Si bien se estima que podría ser en “dos meses” según las voces de despachos oficiales, otros contemplan un tiempo más prolongado, que se acercaría al segundo semestre del año.
En caso de haberse tenido que diseñar un nuevo bosquejo, habría implicado tener que mandar a construirse las planchas que imprimen los billetes lo que fácilmente podría haber extendido los plazos hasta ocho meses para poder pensar en que entren a circular en el mercado. A su vez, el Banco Central informó que la impresión estará a cargo de la Casa de la Moneda, cuyo titular y nuevo director, desde hace poco más de una semana, es Mario Elettore.
La circulación de billetes de $ 1.000 creció 85% en un año
Para hacer un rápido cálculo de la evolución en el circulante de billetes de $ 1.000, solo basta tomar cifras públicas oficiales. Según datos del Banco Central, al 31 de diciembre pasado estaban en circulación unos 3.086 millones de billetes. Mientras que a principios de 2022 la cantidad de billetes en la calle de esa misma denominación ($ 1.000), era de 1.665 millones, lo que implica que en tan solo un año tuvo una abrupta suba que trepó hasta el 85% la emisión de papeles de ese valor.
La realidad es que fue el único billete que tuvo una suba marcada en la cantidad de circulante. Según la base de datos de la entidad monetaria, a principios del año 2022 había 1.263 millones de billetes de $ 500 en la calle, mientras que a fin de año había 1.346 millones, lo que equivale a una suba de solo el 6,5 %.
Un nuevo billete que nace con retraso de valor
Por su parte el analista y consultor económico, Manuel Adorni, destacó que “al momento de su creación, el billete de $ 1.000 equivalía a USD 52. El nuevo billete de $ 2.000 va a nacer algo más atrás: si hoy estuviese en nuestros bolsillos, tener uno de la nueva denominación anunciada equivaldría a poseer 5,30 dólares, apenas una décima parte de lo que en su momento representaba el billete de $1.000 cuando nació”. A su vez, señaló que de todos modos “con el nuevo ejemplar seguiríamos siendo, después de Cuba, el país con el billete de mayor denominación que representa menos cantidad de dólares”
También advierte el economista, que “no tener las denominaciones correctas en el circulante implica, impacta en el costo de los seguros bancarios, en la capacidad de cajeros automáticos y entre otras cosas, en el costo de fabricación de la propia moneda”. La emisión de un billete de $10.000 “costaría una quinta parte de lo que se gastará en cinco billetes de $ 2.000, representando la misma cantidad de valor”, asegura.
Además el consultor económico afirma que “si hoy tuviésemos un billete de $ 37.700, equivalente a 100 dólares, con la dinámica inflacionaria actual en 5 años ese billete tendría el mismo poder adquisitivo que hoy tiene un billete de $1.000”. Advierte también que el valor de la moneda está determinado en el tiempo por el sano comportamiento fiscal y monetario de un país. “No entenderlo, implicará seguir emitiendo billetes que siempre estarán condenados a desaparecer”, afirmó el economista.
¿Qué se podría comprar con un billete de $ 10.000?
Un reciente relevamiento a modo de ejemplo, hizo un sondeo sobre los productos que podrían comprarse con un billete de $ 10.000 en caso de existir en la actualidad: 11 paquetes de yerba de 1 kilo, , 6 kilos de asado, 14 maples de huevos, 6 aperitivos de 750 cc o 12 botellas de vino.
