El congelamiento del precio de las naftas duró menos de un mes: el gobierno autorizó un aumento de 4% que regirá desde esta medianoche, en un contexto marcado por el ataque a dos refinerías en Arabia Saudita que elevó el precio del crudo a nivel mundial.
Al mismo tiempo, la Secretaría de Energía estableció un aumento de 5,58% del precio del barril de crudo reconocido a los productores de petróleo, que pasará de un valor de US$ 59 a US$ 62,29, bastante más cerca del cierre de hoy del Brent, de US$ 63,67.
De esta manera, las empresas podrán desde la medianoche incrementar los precios en surtidores luego de último aumento del 1 de julio, cuando quedaron como precios de referencia la nafta súper $43,71; nafta Infinia $50,43; diesel 500 $40,94 e Infinia diesel $47,92, según los valores de YPF en la ciudad de Buenos Aires.
La decisión comunicada hoy por la Secretaría de Energía implica una nueva revisión del congelamiento dispuesto mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia 566, por el cual se fijó desde el 15 de agosto un congelamiento de precios del crudo y de los combustibles por 90 días.
Tras el reclamo de las provincias y las empresas productoras y refinadoras, que incluso se tradujo en distintas medidas cautelares ante la justicia, el gobierno hizo una primera flexibilización al liberar a las petroleras la posibilidad de fijar los precios mayoristas y el viernes dispuso transferir un subsidio de $116,10 por barril de crudo.
Las acciones judiciales ante la Corte Suprema de Justicia en el caso de las provincias petroleras, o del fuero federal por parte de la petrolera Vista Oil & Gas y de los productores de biocombustibles, y un escenario de inseguridad jurídica a las inversiones que requiere Vaca Muerta sumaron argumentos a las cuestiones técnicas que en los últimos días anticipaban la medida.
El Gobierno informó esta tarde que el decreto de congelamiento de los combustibles del 2 de septiembre habilita a la Secretaría de Energía a «dictar los actos que resulten necesarios para ir normalizando los precios del sector con el fin de proteger al consumidor y sostener el nivel de actividad y el empleo».
A raíz de las circunstancias previstas en la norma, la Secretaría entendió que las mismas «se vieron notablemente afectadas a partir del incremento del precio del petróleo que derivó del ataque sufrido por las infraestructuras petroleras de Arabia Saudita».
«Estos acontecimientos conllevan a una situación imprevista y significativa de incremento de precios que inevitablemente impactan en la producción, la comercialización y el normal abastecimiento de los combustibles en nuestro país», entendió el Gobierno al anunciar la autorización de los aumentos.
En ese sentido, explicó que con el objetivo de atenuar estos impactos, el gobierno autorizará «una suba del 4% de los combustibles, que entrará en vigencia desde el jueves 19 de septiembre».
A pesar del incremento autorizado, el precio de los combustibles -teniendo en cuenta el precio del crudo internacional y el tipo de cambio- mantiene un retraso de entre 20% y 35%, según el cálculo que se realice en las distintas petroleras o en el Gobierno.