El crimen de Melina Romero, la adolescente de 16 años que había ido a bailar y apareció un mes después asesinada con signos de haber sido abusada a metros del predio de la Ceamse en José León Suárez, está al borde de quedar impune.
Es que la fiscal de la causa, María Fernanda Billone, desistió de mandar a jucio a las personas que estaban acusadas, ya que la investigación se basó en los dichos de la única testigo, Melody. En el juzgado de menores comprobaron que las declaraciones de las testigo fueron falsas.
Es por eso que, al considerar como falso testimonio a la único testigo, la causa se quedó sin pruebas para enviar a juicio a los únicos acusados. Con este panorama, incluso, podrían quedar en libertad.
En ese contexto, Ana María, la mamá de Melina dijo «Yo no entiendo. Parece entonces que mi hija se violó sola, se golpeó sola, no se mató sola. Es una locura esto», sostuvo en declaraciones a C5N.
La única testigo de la causa fue acusada por falso testimonio contra los tres acusados de matar a Melina: César Sánchez, Elías Fernández y Joel Fernández.
El crimen ocurrió en 2014. Melina fue vista con vida por última vez el 24 de agosto de ese año, cuando salió del boliche «Chankanab» del partido de San Martín, adonde había ido a festejar su cumpleaños.
La Policía inició su búsqueda hasta que un mes después fue hallada asesinada a orillas del arroyo Morón, a pocos metros del predio de la Ceamse, en la localidad de José León Suárez.
Los primeros resultados de la autopsia establecieron que Melina había fallecido por «sofocamiento» entre 20 y 25 días antes de ser encontrado su cadáver, pero hasta hoy la mecánica de la muerte no está clara debido al avanzado estado de putrefacción en que se hallaba el cuerpo.
Según la testigo clave, Melina fue asesinada durante una «fiesta» de sexo, drogas y alcohol en una casa de la localidad bonaerense de Pablo Podestá a la que ella concurrió y luego transportada dentro de una bolsa, en un auto, hasta el arroyo donde fue hallada.
