Cristina Suárez Alvarez (51), Argentina «Chiqui» Ruiz (55) y Elena Roxana Corbalán (52) murieron pasadas las siete de la mañana del lunes en un trágico choque entre nueve vehículos que se produjo en la ruta 34 de Santiago del Estero.
Tras ellos, chocaron en cadena también dos colectivos de las empresas 27 de Julio y 25 de Junio de La Banda, con pasajeros. Y en ese mismo momento chocaron también dos camiones y un automóvil VW Gol que circulaban en sentido contrario.
Además de las nueve personas que resultaron heridas, las tres mujeres que fallecieron en el acto eran docentes, que viajaban 80 kilómetros desde La Banda hacia Fernández y luego otros 20 kilómetros hacia Villa Hipólita, otra localidad cercana, para cumplir su labor.
Alvarez daba clases en la escuela Alicia Moreau de Justo y Ruiz y Corbalán ambas en la Escuela N° 778 además de en el Jardín de Infantes Peregrinos de Jesús y el Centro Experimental Maximio Victoria, respectivamente.
Habían decidido compartir el vehículo, que manejaba Ruiz, para reducir los gastos. Recorrer tantos kilómetros, llegar a tiempo y no dejar todo el salario mensual en el intento era para estas docentes una odisea. Las alternativas que tienen, además de compartir autos, es viajar en micros «lecheros» que paran en varios pueblos o de a dos o de a tres en un remis -que no siempre está habilitado o en condiciones- y acordar un precio cercano a 300 pesos en total.
En la ruta 34, conocida en la provincia como «la ruta de la muerte», por la frecuencia y cantidad de accidentes fatales, muchos trabajadores deben también «hacer dedo» para conseguir que algún automovilista los levante y los alcance a destino.
«Cisadems reclama la determinación efectiva y urgente de las causas del hecho, si los hubiere, que enluta a la familia docente santiagueña», publicó en un comunicado por redes sociales el Círculo Santiagueño Docentes de Enseñanza Media y Superior, al tiempo que enviaron su acompañamiento a los familiares. El accidente, escribieron, «pone en evidencia la inseguridad vial, la precariedad laboral imperante y el riesgo que enfrentan miles de docentes en el afán de cumplir con su misión de enseñar».