Un falso abogado que estaba condenado por vender entradas truchas en el Mundial de Brasil 2014 y había sido denunciado por estafas fue detenido en un barrio cerrado de Ezpeleta, durante una operación en la que una policía actuó de señuelo.
Se trata de Pablo José Sciutti (46), un ex dirigente del club Quilmes que decía ser abogado de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y que representaba jugadores, además de cambiar de fisonomía y de rutina para evitar ser atrapado.
El operativo estuvo a cargo de efectivos de la Dirección de Operaciones contra el Crimen Organizado dependiente de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado, de la Policía bonaerense.
Según informaron las fuentes, tras varios días de seguimiento y de escuchas telefónicas, se logró entablar contacto con el hombre mediante una mujer policía que simuló ser jugadora de vóley y fue citada por Sciutti en su casa.
«Le pusimos un señuelo para poder ingresar a su casa y atraparlo. No era fácil porque cambiaba de fisonomía y de rutina, pero también sabíamos que tenía debilidad con las mujeres», señaló uno de los investigadores.
El falso abogado fue detenido en su casa y fueron secuestrados además seis celulares, cuatro computadoras, discos rígidos y todo tipo de documentación, entre ellas, falsas credenciales de abogado.
La investigación comenzó unos meses atrás a raíz de la denuncia de dos hombres que habían sido estafados por el imputado.
Los hombres quisieron comprar unos camiones que pertenecían a una empresa aparentemente en quiebra y fueron citados por Sciutti en los tribunales de La Plata para hacer más «legal» la operación.
Según relató un jefe policial, el falso abogado les pidió 170.000 pesos «en la puerta del juzgado» y que esperaran unos minutos «ya que iba a hablar con el juez», pero transcurrido un tiempo prudencial advirtieron que Sciutti «se había escapado por un pasillo con el dinero y que además nadie lo conocía».
Luego de esta denuncia, se comprobó que Sciutti tenía varias causas por estafa y que incluso había sido condenado por vender entradas truchas en el Mundial de Fútbol Brasil 2014, pero estaba en libertad por disposición de la Justicia.
De acuerdo a las escuchas, el hombre tenía relaciones con numerosos futbolistas y dirigentes del fútbol local.Intervienen la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 y el Juzgado de Garantías 6, ambos del Departamento Judicial La Plata.