Palabras mas, palabras menos, los economistas latinoamericanos que no están alineados a los pensamientos económico ni políticos del FMI sostienen desde hace años que «acordar con el FMI es vulnerar más a los pobres y a los trabajadores; siempre significa un deterioro de las condiciones de vida, destrucción de la industria nacional, que los pobres vivan peor y que la clase media se empobrece», como supo poner en palabras y resumir el pensamiento de muchos el economista ecuatoriano Pablo Dávalos.
Como una burla a los resultados históricos de pobreza y deterioro social que el FMI logró en Latinoamérica, la actual Directora del FMI Kristalina Georgieva, expresó que «tuve una llamada muy constructiva con el presidente electo Alberto Fernández. He reiterado la disposición del Fondo a colaborar con su gobierno y trabajar para allanar el camino hacia un crecimiento sostenible y reducir la pobreza», dijo sin ponerse colorada.
Georgieva reconoció que la gestión saliente incrementó la cantidad de pobres y que el próximo gobierno deberá resolver la situación «de los más vulnerables» tras los cuatro años de ajuste PRO. Sin embargo, exigió al presidente electo pensar cómo «vivir dentro de los límites presupuestarios” y evaluar «la viabilidad fiscal» de las próximas medidas.
Por su parte, el Presidente electo Alberto Fernandez, en la conversación telefónica en la tarde de este martes con la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, le manifestó que los principales objetivos del programa económico del nuevo gobierno serán plasmados en un plan que la Argentina pueda cumplir y que le permita recuperar el crecimiento para poder honrar sus deudas.